[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El Banco Central está consiguiendo imponer su política de que sea el mercado el que defina el precio del dólar, y el resultado es que se producen importantes oscilaciones. La última jornada de enero mostró una cotización de 3,17 pesos para la compra y 3,23 para la venta, 5 centavos por debajo del día anterior. La mayoría de las operaciones se pactaron entre privados, mediante el sistema electrónico Siopel, por un total de 78 millones de dólares. El Central apenas absorbió 9,6 millones de dólares por liquidación de exportaciones, de los cuales necesitó apenas de 200 mil para abastecer los pedidos de los importadores.
El resultado fue una ganancia neta de 9,4 millones de dólares para las arcas del Central, que terminó enero incorporando a sus reservas 522,6 millones, según cifras provisorias. Con el cierre de ayer, el dólar bajó en el primer mes del año 16 centavos o 4,7 por ciento respecto de la última cotización de diciembre. Pero en las últimas dos semanas se produjeron fuertes movimientos ascendentes y descendentes, que llevaron el tipo de cambio a 3,06 y 3,42 como puntos extremos (en ambos casos para la venta) en pocos días. Esta volatilidad se debe a que el Central está intentando correrse del lugar de operador casi exclusivo del mercado de cambios. Alfonso Prat Gay justifica esa política diciendo que a la larga el mercado será más transparente.
En cuanto a la baja de los últimos dos días, en la city se comentó que los bancos están reservando liquidez para enfrentar la liberación del corralón, y que por ello el mercado cambiario no encuentra presión por el lado de las entidades financieras. Por otro lado, la última licitación de Lebac mostró una preferencia de los inversores por las colocaciones en pesos, que alcanzaron una participación del 70 por ciento. Los números indican que los ahorristas están aceptando que en el corto plazo el dólar mantendrá una cotización acotada en un mercado cambiario sin sorpresas.
Esas expectativas se traducen en los contratos a futuro. A fin de febrero la cotización que se terminó pactando ayer en el Indol fue de 3,28 pesos, con una baja del 1,5 por ciento, mientras que los contratos que vencen en marzo se pagaron a 3,34 o 1,2 por ciento menos que el día anterior. Para abril se ofreció a 3,42 (una caída de 0,6 por ciento) y para finales de mayo los negocios se resolvieron a 3,48 pesos (con una quita del 0,3 por ciento).
Por el lado de las tasas de interés, en el circuito mayorista de dinero los grandes bancos intermediaron fondos al 5,50 por ciento anual y entre entidades de menor patrimonio las que salieron a demandar recursos aceptaron endeudarse al 6 por ciento. En el segmento de los depósitos a plazo fijo se ofreció un rendimiento promedio del 1,32 por ciento mensual, equivalente al 16,2 anual. Los saldos inmovilizados en las cajas de ahorro recibieron un 0,15 mensual o 1,85 por ciento en términos anuales.