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Las cuentas del Estado nacional cerraron febrero con un superávit de 1442,7 millones de pesos, 19,5 por ciento superior al registrado el mismo mes del año pasado. Luego del pago de intereses de deuda, el resultado financiero fue de 876,8 millones de pesos, una sensible mejora frente al déficit de 309,9 millones de febrero de 2010. El incremento de los recursos vino por el lado del IVA, Ganancias, impuesto a los créditos y débitos bancarios y las contribuciones a la seguridad social.

Los gastos que más crecieron fueron las jubilaciones y la Asignación Universal. En los dos primeros meses del año el resultado primario creció 58,3 por ciento y el financiero, un 682,4 por ciento. Los datos fueron presentados ayer por el ministro de Economía, Amado Boudou, junto al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo.

Los ingresos corrientes totalizaron 28.590,5 millones de pesos. El 42 por ciento de ese monto fue aportado por el Tesoro Nacional, a través de los ingresos tributarios, como el IVA, Ganancias y el impuesto al cheque. Una porción similar de recursos provino del lado de la seguridad social, por el incremento en los aportes y contribuciones a partir de las subas salariales. Casi un 10 por ciento de los ingresos se explicaron por el aporte del PAMI y fondos fiduciarios públicos.

Los gastos corrientes llegaron a 24.754,7 millones de pesos. El 38 por ciento se dirigió a la seguridad social, como el pago de jubilaciones y pensiones y asignaciones familiares. Las transferencias corrientes, donde figuran los subsidios a los servicios públicos y giros a las instituciones universitarias, entre otros, representaron el 33,7 por ciento del total de las erogaciones, mientras que los desembolsos por pago de salarios y compra de bienes y servicios operativos llegaron al 22,7 del total.