Miércoles, 20 de abril de 2011 | Hoy
ECONOMíA › LA TASA DE POBREZA BAJó AL 9,9 POR CIENTO Y LA INDIGENCIA, AL 3,3 EN EL SEGUNDO SEMESTRE DE 2010
La notable baja en los dos principales indicadores socioeconómicos señalarían que ya hay menos de 2,5 millones de pobres en el país y poco más de 600 mil indigentes. Los consultores privados admiten que bajó, pero no tanto.
La tasa de pobreza en la Argentina al cierre de 2010 se ubicó en 9,9 por ciento, lo que representó una baja de 3,3 puntos respecto del mismo período de 2009, mientras que la tasa de indigencia fue del 2,5 por ciento. Así lo informó ayer el Indec, que dio a conocer los datos del segundo semestre del año pasado. En total, todavía permanecen en la pobreza 2.475.000 personas y 619.000 están bajo la línea de indigencia. mientras que la pobreza e indigencia en los hogares alcanza al 6,8 y 2,1 por ciento, respectivamente. Algunas consultoras privadas, con metodologías que han sido cuestionadas por el Ministerio de Economía, estiman que la pobreza oscilaría en torno del 24 por ciento, pero admitiendo una tendencia a la baja, aunque lejana a las proporciones reflejadas por el Indec.
El organismo público de estadísticas realiza sus mediciones de pobreza a partir de la Encuesta Permanente de Hogares en 31 aglomerados urbanos, y toma como dato central la Canasta Básica Alimentaria para medir los niveles de indigencia y la Canasta Básica Total para estimar la pobreza, datos que surgen del Indice de Precios al Consumidor (IPC). Es, precisamente, en base a las discrepancias respecto de estos valores que establecen las líneas de pobreza e indigencia que se genera la amplísima diferencia entre las mediciones oficiales y las estimaciones privadas.
En diciembre del año pasado, mes de cierre de la medición, una pareja con dos niños de 8 y 5 años necesitó 578,58 pesos para no caer en la indigencia y 1252,54 pesos para evitar la pobreza. Según los datos más recientes de ambas canastas, ya hubo un incremento durante los primeros tres meses del año del 2,4 por ciento, aproximadamente.
Con estos indicadores, el Indec informó que todavía hay 570.000 hogares bajo la línea de pobreza y 168.000 bajo la de indigencia. La diferencia entre la cantidad de hogares pobres y la cantidad de personas (este último dato, consignado más arriba) surge porque los hogares con más bajos recursos suelen tener más miembros.
“Si uno mira el año 2003, cuando teníamos el 42,7 por ciento de los hogares argentinos bajo la línea de pobreza y el 20,4 bajo la línea de indigencia, hemos mejorado mucho. Pero todavía falta, porque nos quedan 2.740.000 personas en la pobreza”, sostuvo anteayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el anuncio realizado en Casa Rosada sobre la ampliación de la cobertura de los medicamentos para los pacientes del PAMI.
“No hay mejor dato de ingresos que los del Indec, porque las consultoras no tenemos la capacidad técnica de realizar una Encuesta Permanente de Hogares. Sin embargo, no se puede poner las manos en el fuego por estos resultados. Más allá del IPC, donde seguimos notando groseras diferencias, en el resto de los indicadores, como empleo, crecimiento e ingresos, las variaciones comenzaron a converger entre los privados y el Indec”, había señalado a este diario un consultor luego del encuentro que se realizó en la Cámara de Diputados el mes pasado.
En este sentido, desde la consultora Bein y Asociados indicaron a Página/12 que si bien el último dato confiable del Indec es de diciembre de 2006 (26,9 por ciento de pobreza), ahora habría una tendencia a la baja, “algo inferior al 24 por ciento y nunca cercana al 30 por ciento, ya que la economía siguió creciendo”.
Este número coincide con el análisis del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), vinculado con la CTA. “En el período 2007-2010 la pobreza ha sido inferior al 24 por ciento, pero lo que notamos es que no hay movimientos sustantivos, ni para arriba ni para abajo, sobre todo porque tampoco habría mejoras sustantivas en la tasa de creación de empleo”, explicó a Página/12 la economista Mariana González. En 2009, la generación de puestos de trabajo se había frenado debido a la crisis internacional, pero recobró fuerza en 2010 cuando la economía creció en torno del 9 por ciento.
En su informe semestral, el Indec también dio a conocer la distribución regional de los índices de pobreza e indigencia. El nordeste es la región del país con los mayores indicadores de pobreza, con el 18,5 por ciento, donde sobresale la ciudad de Posadas con un 20 por ciento de su población en la pobreza, Gran Resistencia (19,4) y Corrientes (19,0).
Luego sigue la región noroeste, con una tasa de pobreza del 11,8 por ciento. De este sector del país, Santiago del Estero tiene niveles que alcanzan al 15,9 por ciento de su población. En tercer lugar está la zona pampeana (9,6 por ciento). Por su parte, en el Gran Buenos Aires, donde reside casi un tercio de la población del país, los niveles de pobreza llegan al 10,6 por ciento de sus habitantes, de los cuales 2,4 por ciento son indigentes.
En el otro extremo, la ciudad con mejor calidad de vida es Río Gallegos, donde la pobreza sólo afecta al 0,9 por ciento de sus pobladores, y le siguen Ushuaia (2,6), Comodoro Rivadavia (4,0) y la Capital Federal (4,2).
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