Argentina y Rusia iniciaron conversaciones para encarar la construcción conjunta de un reactor de uranio enriquecido de 640 megavatios de potencia, en el marco de los acuerdos de cooperación suscriptos en Moscú. La información fue dada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, al término de la reunión que mantuvo con el presidente de Rosatom, la empresa de energía atómica de Rusia, Sergei Kiriyenko. En el encuentro, ambos analizaron la situación del sector y firmaron un convenio de colaboración complementario al rubricado en ocasión de la visita del presidente ruso, Dimitri Medvedev, a la Argentina.

Según evaluó De Vido, “el reconocimiento argentino a Rusia como economía de mercado, una ayuda muy importante en su intención de ingresar a la Organización Mundial de Comercio, es de gran relevancia en la relación bilateral” y facilitará nuevas inversiones en infraestructura y energía principalmente. “Hay gran cantidad de proyectos en carpeta que tenían alguna dificultad para encontrar financiamiento, por lo menos en Rusia: proyectos hidroeléctricos, la cuarta central nuclear argentina. Este último es un emprendimiento estratégico para la Argentina muy importante”, señaló.

El ministro apuntó que en la reunión con Kiriyenko se habló de “la posibilidad de otro posible emprendimiento en conjunto para construir un reactor de uranio enriquecido de 640 megavatios”. Ambos funcionarios compartieron el punto de vista crítico respecto de las condiciones impuestas desde los organismos internacionales en materia de seguridad nuclear “que signifiquen apoyar un sistema en detrimento de otro, sin que medie la opinión soberana de cada país”.

En materia hidroeléctrica, el ministro planteó ante las autoridades de la empresa Rushidro, dedicada a la construcción de represas, los proyectos que tiene Argentina, “incluso una binacional con Brasil”. “Les planteamos el proyecto general y ellos van a proponer esquemas de financiamiento tanto en turbinas como en las obras civiles”, explicó De Vido.