El ministro de Economía, Amado Boudou, defendió ayer la medida del Gobierno que busca evitar la compra de dólares por parte de los llamados “coleros”. El funcionario afirmó que “sólo se controlará el origen de los fondos y para nada el destino, como dijeron durante el fin de semana varios medios de comunicación”. En este sentido, acusó a algunos diarios de crear cierta sensación de nerviosismo en la sociedad. “Cuando hubo gobiernos que prestaban atención sólo a algunos sectores, al conjunto de los argentinos le fue mal. Tenemos que seguir pensando en todo el país. Hoy tenemos un Estado que posee todas las herramientas para defenderse de cualquier especulación”, manifestó el funcionario, quien también agregó que el Ejecutivo seguirá con su estrategia de “flotación administrada” para el tipo de cambio, por lo que no piensan realizar ningún movimiento brusco sobre la cotización de la moneda estadounidense.

Según destacó ayer Boudou, flamante vicepresidente electo, la medida que aplicó el Gobierno para controlar la compra de dólares se enmarca en una serie de políticas que tienden a evitar el lavado de dinero. “Recientemente presentamos una ley antilavado enfocada al financiamiento de las actividades terroristas, que tuvo muy buenas repercusiones en el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Es decir, nosotros vamos a seguir llevando adelante todas estas políticas que son las que marca la Presidenta, sabiendo que son para el conjunto de la población”, manifestó. Los ahorristas que tengan sus ingresos declarados podrán seguir realizando las operaciones como en la actualidad. El foco de los nuevos instrumentos de control estará en combatir la economía en negro. “No puede ser que unos pocos pretendan presionar para que le vaya peor al conjunto de los argentinos”, afirmó el titular del Palacio de Hacienda. En este sentido, el funcionario explicó que la medida no apunta a controlar a los pequeños contribuyentes –que igual deberán demostrar el origen de sus ingresos–, sino a desmantelar el entramado de “cuatro o cinco empresas que explican el 80 por ciento de las compras al Banco Central”.

“No es una medida de cosmética para calmar a nadie, sino que justamente va al fondo de la cuestión y a desenmascarar cómo se hacen este tipo de movimientos”, señaló el funcionario, quien también agregó que junto a la AFIP detectaron “más de cien coleros que no tienen los ingresos suficientes, pero que son compradores permanentes de dólares por encima de sus posibilidades.”

Otro caso detectado el viernes pasado involucró a un contribuyente con una declaración de ingresos anuales por 1,7 millón de pesos, pero que en un solo día había realizado una operación de compra por 2 millones de dólares. “Estas son las cosas que rompen la equidad, que han ido contra el conjunto de la economía argentina. Después intentan mostrar estas medidas como trabas, como mayores controles innecesarios. Justamente es todo lo contrario, hay que seguir para que haya más economía argentina formal y esto signifique más puestos de trabajo con dignidad, más consumo interno y un país que siga sustituyendo importaciones y creciendo”, aclaró el funcionario.

En las distintas entrevistas radiales que ofreció ayer, como también en el reportaje publicado por Ambito Financiero, Boudou especificó que ninguno de los controles apunta a saber el destino de la compra de dólares. “Siempre se aclara el destino, los ahorristas deben declararlo en otras instancias. En las declaraciones juradas existe una categoría tan vaga como “divisas para atesoramiento”, es decir para ahorro. Entonces éste no es el punto de la medida. Al contrario de lo que publicó el diario La Nación, nosotros sólo queremos saber de dónde salen los fondos. Y cuando digo nosotros creo que estoy representando a los 40 millones de argentinos”, enfatizó el vicepresidente electo.

Además de entrevistas en distintos medios, el ministro defendió la medida vía Twitter. “Se busca generar histeria colectiva”, escribió a pocas horas de embarcarse rumbo a Cannes, donde se desarrollará la cumbre de presidentes del Grupo de los 20, integrado por países desarrollados y en desarrollo.