Con un ingreso fiscal que orilló los 49 mil millones de pesos en diciembre, la recaudación tributaria de 2011 cerró con un nivel record de 540.133,8 millones de pesos, 31,8 por ciento más que el año anterior. Los ingresos por el sistema de seguridad social y la recaudación impositiva fueron los principales impulsores del buen resultado para las arcas fiscales, con aumentos interanuales del 34,1 y 33,6 por ciento, respectivamente. Los ingresos aduaneros de 2011 superaron a los del año anterior en un 26,1 por ciento, con un mejor resultado en la evolución de los derechos de importación (28,4 por ciento más) que en las retenciones a la exportación (suba del 18,9 por ciento).

Medido por su magnitud, se observa una incidencia creciente de los impuestos directos por sobre los que recaen sobre el consumo y los salarios. El impuesto a las Ganancias representó casi 109 mil millones de pesos, una quinta parte de la recaudación total. El Impuesto a los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente sumó poco más de 36 mil millones de pesos; las retenciones a la exportación, 54 mil millones, y las contribuciones patronales a la seguridad social, 75 mil millones. Entre estos cuatro rubros suman casi 275 mil millones de pesos de ingresos al fisco, más de la mitad de la recaudación total del año.

El record de recaudación fiscal se alcanzó después del noveno año consecutivo de incremento anual superior al 20 por ciento. Tan sólo entre 2006 y 2011, los ingresos fiscales dieron un salto del 260 por ciento (de 150 mil a 540 mil millones de pesos).

“Cerramos un año muy exitoso”, fue la evaluación que hizo el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, al dar a conocer los resultados. Destacó que el crecimiento en la recaudación se verificó al mismo tiempo “en todos los tributos” y minimizó la incidencia de la inflación sobre los ingresos fiscales, aunque no la descartó. “Es un componente más”, respondió ante una pregunta sobre la cuestión en conferencia de prensa, aunque destacó que, “de todas formas, el crecimiento de la recaudación está por encima de cualquier estudio de inflación por parte de las consultoras privadas”.

Los ingresos por tributos directamente relacionados con los precios corrientes crecieron por encima del 30 por ciento con respecto a 2010. El gravamen a los débitos y créditos bancarios lo hizo en un 34,6 por ciento, y el IVA, en un 32,5 por ciento. Los aportes y contribuciones a la seguridad social, vinculados con las nóminas salariales, aumentaron el 34,1 por ciento. En tanto que por el Impuesto a las Ganancias, la recaudación creció 41,7 por ciento respecto del año anterior.

La recaudación por impuestos internos coparticipados aumentó en el año sólo 15,2 por ciento, aunque Juan Carlos Pezoa, secretario de Hacienda, se ocupó de aclarar que la cantidad de recursos coparticipados de manera directa o indirecta aumentó un 32 por ciento respecto del año anterior, al tiempo que ponderó que “también la recaudación impositiva de varias provincias muestra crecimiento, debido al incremento de la actividad económica”.

En otro orden, Echegaray aseguró que el paro que llevan adelante empleados de la Aduana no afectó el normal desenvolvimiento del comercio exterior. Reiteró que el cambio de horario de atención al público que impulsa su gestión, que generó la medida de fuerza, “está pensado para una mejor atención de los contribuyentes”. La medida de fuerza “no ha tenido un impacto trascendente, no hubo entorpecimiento del comercio exterior”, aseguró el titular de la AFIP. El paro convocado por el Sindicato Unico del Personal de Aduanas se inició el martes y tiene alcance hasta hoy y consiste en un abandono de tareas entre las 15 y las 18 de cada jornada.