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El nivel de pobreza por ingresos dentro del universo de jubilados y pensionados bajará desde casi el 29 por ciento en 2003 hasta un 2,6 en marzo próximo, cuando la Anses aplique el aumento de 17,6 por ciento en los haberes que fue anunciado semanas atrás. Esa conclusión arroja un reciente estudio de la consultora Equis, que dirige Artemio López. El panorama socioeconómico en el sector de la tercera edad es distinto del registrado para el total de la población donde, según Equis, el nivel de pobreza roza el 18 por ciento. Esta diferenciación “responde de manera directa al impacto de la política jubilatoria, que tuvo su inicio en la sucesión de aumentos de haberes y su corolario en la reglamentación por ley de dos incrementos jubilatorios asociados a las subas de precios y salarios de la economía”, destaca el informe.

Desde que se aprobó la ley de movilidad jubilatoria, a fines de 2008, las mejoras acumuladas en los haberes llegan al 144,5 por ciento, superiores a cualquier índice de inflación calculado para el período. En 2011, los aumentos acumularon un 37,06 por ciento, mientras que a partir del alza anunciada para marzo, la comparación frente a 2011 arroja un incremento de 37,4 por ciento. El gasto en materia previsional pasó del 4,1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) en 2003 al 6,6 en 2011.

Además de la recomposición de haberes, la mejora en la situación de los jubilados y, además, el incremento en el presupuesto previsional, guarda relación con el aumento en la cantidad de beneficiarios. El aumento que regirá desde marzo alcanza a 6.879.375 personas, algo menos que el doble que en 2003. Las dos moratorias previsionales, que permitieron que personas que no hicieron aportes, por estar desempleadas o haber trabajado de forma no registrada, pudieran jubilarse, explican esa alza, que permitió que en Argentina el 95,1 por ciento de las personas en edad de jubilarse cobre un beneficio, contra el 89 por ciento de Uruguay y el 88 por ciento de Brasil y Chile. La jubilación mínima en marzo será de 1687 pesos, más los 45 pesos de subsidio asistencial del PAMI.

Según la consultora Equis, en junio de 2011 la pobreza por ingresos en la Argentina alcanzaba al 17,6 por ciento de los hogares (frente al 44,3 por ciento en 2003), mientras que otro 28,7 por ciento pertenecía al sector “medio en riesgo” o clase media baja. En el universo de jubilados y pensionados mayores de 65 años, la proporción de pobres, a mediados del año pasado, ascendía a 4,2 por ciento, mientras que el estrato “medio en riesgo” llegaba al 17 por ciento. Considerando el aumento que comenzará a aplicarse el mes que viene, la pobreza pasará del 28,9 por ciento en mayo de 2003 a 2,6 por ciento.

El informe advierte que ese 2,6 por ciento de jubilados y pensionados en situación de pobreza convive en el mismo hogar con otras personas de menor edad que “licuan” los aumentos de haberes. Eso impediría seguir reduciendo la pobreza en la tercera edad a través de suba de jubilaciones. Esta situación “sólo puede ser amortiguada si se registraran aumentos salariales en los restantes miembros del hogar o en el número de perceptores de ingreso a través de la incorporación de otros miembros al mercado de trabajo”, indica López.