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Repsol-YPF anunció ayer un “gran descubrimiento de petróleo”, según calificó, en aguas profundas frente a las costas brasileñas. El pozo está situado a 195 kilómetros de las playas de Río de Janeiro, a 2800 metros de profundidad, y “según las primeras evaluaciones, contiene un gran potencial de recursos de alta calidad con unas tasas excelentes de flujo de petróleo”, explicó la compañía. La petrolera española está siendo duramente cuestionada en Argentina a causa de la falta de inversiones, que obligó a incrementar sensiblemente las importaciones de energía. Diversos analistas destacan que esa desidia en términos de exploración responde a que la actual apuesta de Repsol-YPF pasa por las facilidades que encuentra en Brasil y la potencialidad de yacimientos en el norte de Africa.

En relación con el descubrimiento en las costas brasileñas, la compañía indicó que “las pruebas de producción dieron como resultado cinco mil barriles de petróleo al día de crudo ligero y 807.349 metros cúbicos al día de gas”. El reservorio de hidrocarburos tendría un grosor de 500 metros, “uno de los mayores que se han descubierto en Brasil”, añadió Repsol. El nuevo yacimiento fue denominado Pan de Azúcar, como la célebre formación rocosa en la costa de Río de Janeiro, y es el tercero que se encuentra en el bloque BM-C-33, junto a Seat y Gavea.

“El off-shore de Brasil es una de las más importantes áreas de crecimiento en reservas de hidrocarburos del mundo”, celebró Repsol-YPF. La petrolera realizó el descubrimiento en el marco de su asociación con la empresa china Sinopec. Repsol y Sinopec tienen un 35 por ciento del consorcio, formado también por Petrobras, con un 30 por ciento y Statoil, con un 35 por ciento.

El gobierno argentino mantiene una disputa con Repsol-YPF cuyo eje es la falta de inversiones en exploración, causa de la caída de las reservas de hidrocarburos. En los últimos diez años, la producción nacional de petróleo bajó un 18 por ciento y la de gas, un 11 por ciento. Junto al crecimiento de la actividad económica, determinó la reversión de la balanza comercial. El déficit en materia energética fue de 2931 millones de dólares en 2011. Por eso las provincias que cuentan con recursos hidrocarburíferos, nucleadas en la Ofephi, presionan a las empresas petroleras, con Repsol-YPF a la cabeza, para que incrementen la producción (ver más información de página 13).