El Producto Interno Bruto (PIB) creció el año pasado 8,9 por ciento con respecto a 2010, impulsado por una mejora en los niveles de consumo, la exportación de bienes y servicios y la inversión, según la estimación provisoria que difundió ayer el Indec. El organismo publicó también el anticipo del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), el cual arrojó para el primer mes del año un aumento de 5,5 por ciento respecto de igual período de 2011. Es el registro interanual más bajo desde enero de 2010, cuando se inició la recuperación económica tras la caída de la actividad provocada por el contagio de la crisis internacional. En el acumulado de los doce últimos meses –desde febrero de 2011 a enero de 2012–, la actividad económica evidenció un crecimiento de 8,5 por ciento. En comparación con el diciembre previo, el EMAE se retrajo un 0,4 por ciento.

La estimación provisoria del PIB para el cuarto trimestre del año pasado evidencia un crecimiento de 7,3 por ciento respecto de igual período de 2010, mientras que frente al trimestre anterior la variación fue de apenas 0,8 por ciento. Por su parte, la evolución macroeconómica de ese trimestre determinó, de acuerdo con el Indec, una variación positiva en la oferta global, medida a precio de 1993, de 7,6 por ciento del PIB y del 9,8 por ciento de las importaciones de bienes y servicios reales. La mejora en la demanda global estuvo compuesta por un aumento del 7,1 por ciento en las exportaciones de bienes y servicios y un crecimiento del 8,0 por ciento para la inversión interna bruta fija. El alza en el consumo público se ubicó en un 11,3 por ciento, mientras que el consumo privado exhibió un crecimiento de 8,8 por ciento.

El año pasado se registró un variado menú de inversiones, derivado de los acuerdos que impulsó el Gobierno para equilibrar la balanza comercial. Esto permitió multiplicar los anuncios de inversión, profundizando una característica que se repite desde fines de 2003. Esta suba –del 8 por ciento interanual en el último trimestre– se explica por el incremento de 5,4 por ciento de la inversión en construcciones y al aumento del 11,1 en equipo durable de producción. Dentro de este último agregado, para el componente nacional se estimó un crecimiento del 9,1 por ciento y para el importado, de 12,2 por ciento, según el informe del Indec. Desde entonces y hasta el último dato oficial disponible –primer trimestre de 2011–, la Inversión Interna Bruta Fija (IIBF) aumentó su participación en el PIB del 14,3 al 24,0 por ciento.

La industria mantuvo su alto aporte en el crecimiento del Producto, dinámica que no está sucediendo en el primer trimestre de este año. Los sectores productores de bienes tuvieron durante el cuarto trimestre de 2011 un incremento del 5,1 por ciento y las actividades vinculadas con los servicios registraron un aumento interanual del 8,4 por ciento, según el avance presentado por el Indec.

El resultado del informe, el cual puede registrar algunos ajustes cuando se difundan los resultados del PIB del primer trimestre de 2012, se encuentra por encima de la previsión oficial para 2011, del 8,3 por ciento, volcada en el último Presupuesto aprobado. Como un anticipo del comportamiento del PIB, se toman los datos del EMAE. Ese indicador reiteró en enero un desempeño menos vigoroso, algo que se inició en noviembre del año pasado, cuando registró un alza interanual de 7,3 por ciento, y luego en diciembre se retrajo a 5,6 por ciento. En enero la actividad industrial se retrajo en un 1,5 por ciento respecto de diciembre previo, aunque mantuvo un resultado positivo del 2,2 interanual. La industria automotriz, principal motor del crecimiento de los últimos años, finalizó con una merma mensual de 9,4 por ciento y de 9,6 en términos interanuales. Por su parte, la construcción y el consumo lograron amortiguar la caída. La construcción presentó una mejora de 4,7 por ciento interanual y de 1,2 contra diciembre previo, a pesar de ser un mes estacionalmente de escasa actividad por el período vacacional. El consumo continuó con un fuerte dinamismo: las ventas en supermercados crecieron el 16,5 por ciento y un 13,4 en grandes centros comerciales. El superávit comercial también mejoró 10 por ciento.