“Vayan a patear puertas para renovar sus camiones con créditos blandos.” Con esa consigna, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó una nueva línea de financiamiento para ampliación y renovación de flotas de camiones, acoplados y remolques de fabricación nacional. Son créditos por 8500 millones de pesos a tasas fijas subsidiadas entre 5 y 9 por ciento a cinco años de plazo. Las bonificaciones dependerán del tamaño de la firma y la ubicación geográfica, los mayores beneficios estarán destinados a las pymes y las empresas del norte del país. El programa que alcanza a camiones nuevos y usados será canalizado por el Banco Nación directa e indirectamente. Quienes no puedan cumplir las exigencias del sistema bancario para convertirse en sujetos de crédito pero cuenten con los recursos para comprar los vehículos podrán acceder al financiamiento a través de las terminales y sus concesionarias, quienes asumirán los riesgos frente al Nación.

Hace dos años el Gobierno lanzó un plan nacional de renovación de flotas de camiones. La iniciativa, reconoció la mandataria, no tuvo el éxito esperado y solamente se reemplazaron 120 camiones. El programa que presentó ayer CFK desde el Salón de las Mujeres en Casa Rosada ante empresarios y sindicalistas tiene como objetivo financiar la renovación de 10.000 camiones nuevos. Hoy sólo producen esos vehículos Mercedes Benz, Iveco y Agrale. También para reemplazar 10.000 unidades usadas de entre 3 y 10 años de antigüedad con créditos tendrán un plazo menor de tres años, y otros 10.000 remolques o semirremolques a lo largo de los próximos 12 meses. El subsidio de las tasas de interés estará a cargo de la banca pública y la Secretaría de Transporte a través del fondo del gasoil y el redireccionamiento de los recursos destinados al Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Cargas, que cubre una parte de las cargas patronales de las empresas del sector.

La nueva línea de financiamiento contará con dos ventanillas. La primera, destinada a aquellas personas físicas y jurídicas que no tienen problemas para acceder al sistema bancario, será a través del Banco Nación con una tasa subsidiada. Según explicó CFK, el Nación reclamaría hoy una tasa del 17 por ciento anual para brindar este tipo de créditos a una empresa grande. Ahora las firmas interesadas pagarán 8,5 por ciento, ya que contarán con una bonificación de 7,5 puntos porcentuales de Transporte y un punto de la entidad financiera oficial. Por su parte, una pymes del norte accederá a una tasa anual fija en pesos del 5,0 por ciento y las pymes del resto del país deberán pagar 6,5 por ciento.

La principal innovación del plan de renovación apunta a facilitar el acceso al financiamiento de pequeños transportistas que, si bien poseen los recursos para comprar un camión o remolque nuevo o usado, por distintas razones no cumplen con los requisitos para acceder a un crédito bancario. Los interesados deberán presentarse ante alguna de las tres fabricantes de camiones o de los más de 30 productores de remolques. Esas compañías serán quienes gestionen los créditos ante el Nación. En esta segunda ventanilla el fabricante asume el riesgo frente al banco y es responsable del repago del crédito, ya que será éste quien decida a quién otorgar los créditos. Las tasas de interés en este caso serán 0,5 punto porcentual más altas que las tramitadas directamente a través de la banca pública. El titular del Nación, Juan Carlos Fabrega, a quien CFK reclamó “agilidad”, explicó a Página/12 que las bajas tasas de interés y las distintos mecanismos disponibles para acceder al financiamiento permitirán la rápida expansión de esos créditos blandos. “Las fábricas nacionales van a crear 2500 nuevos puestos de trabajo a partir del aumento de la demanda que se generará con los créditos blandos”, sostuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi.