“Además de ser un cacareo sin sentido, inconsistente y contradictorio, hace daño.” De esta manera calificó ayer el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, las interpretaciones que realizan algunos economistas respecto de la situación argentina. El funcionario encabezó el primer sorteo de los préstamos para vivienda única del Pro.Cre.Ar. (ver aparte), en cuyo acto realizó un análisis de la situación internacional y el impacto que tendría en la Argentina, tras lo cual defendió la adopción de medidas contracíclicas. El viceministro remarcó las incongruencias de quienes explicaban el crecimiento económico de la Argentina como resultado del contexto internacional, pero desestiman hoy la crisis y culpan de la desaceleración a las políticas internas.

“Quiero hacer unas breves referencias sobre el contexto en que se lanza este programa y los objetivos a que aspira. Para lo cual voy a referirme a la crisis mundial, y los problemas que esto tiene para la Argentina, aunque escucho a analistas restarle importancia”, definió. Ilustrando con la presentación de distintos gráficos, analizó la situación de Estados Unidos, China, Europa y Brasil, que en conjunto representan el 50 por ciento de las exportaciones argentinas. “Si cae la producción y el poder de compra de Estados Unidos, la economía china se desacelera y Brasil sigue con problemas en su aparato productivo, esto implica menores ventas extranjeras para el país, efectos en la disponibilidad de dólares y en la balanza comercial en su conjunto. Dicho más claramente, las exportaciones son parte de la demanda agregada y la producción es para mercado interno y externo. Si se cae la demanda externa se reduce la producción”, agregó.

“Cuando la Argentina creció durante nueve años a una tasa promedio del 8 por ciento, los economistas sesudos que salen por televisión todo el tiempo decían que era viento de cola y que el gobierno no hacía nada. Es decir, viento de cola con piloto automático. Lo decía la misma gente que al tomar el control de Argentina la llevaron una y otra vez a estrellarse. Pero, ahora vinculan los problemas con pura ineptitud del Gobierno. Ahora se olvidan del mundo”, ironizó. Más allá de esta contradicción, hizo especial hincapié en las críticas de estos grupos de presión sobre el creciente involucramiento del Estado en el proceso económico, “una medida contrastante del retiro absoluto del Estado en la fase neoliberal de los ’90”. “Estas críticas se dan en mayor medida cuando esa acción del Estado se vinculaba con la mejora directa en las condiciones de vida de los trabajadores, de los jubilados, de los pensionados, de los trabajadores públicos, en decir, cuando lo hacía en favor de la gente”, replicó.

El funcionario manifestó su malestar por los efectos que estos diagnósticos generan para el país: “Esos agoreros de la derrota permanente no hacen más que generar expectativas negativas a los inversores, como que el dólar se va a ubicar en 40 pesos, una, diez y mil veces. También dijeron que la economía en 2009 por las medidas que aplicamos se iba a estancar, entrar en recesión y explotar todo”. “Si eso fuese nada más que un discurso político, sólo quedarían sin votos y la gente se trasladaría, como lo hizo, masivamente a votar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una elección extraordinaria como la que hizo recientemente, pero, no sólo eso, esa mala onda y expectativas negativas, esta realidad en la que viven, tiene efectos (negativos) concretos”, aseguró.

El viceministro ancló la creación del Pro.Cre.Ar. como una respuesta a los posibles efectos de la crisis en el país. “Cuando se ve que hay un peligro de recesión hay dos manera de reaccionar: una es la que están haciendo muchas naciones europeas, que consiste básicamente en salvar al sector financiero, pero lo que hace la Presidenta es buscar alguna forma de gasto público que asegure la reactivación de la economía”, señaló. Respondió entonces a aquellos que consideran que el gasto que se realiza con fondos de la Anses implica un mal uso del dinero de los jubilados. “Eso es pensar que el sistema solidario que reconquistó este gobierno sigue siendo ese sistema mezquino, egoísta y privatizado, que decía que los aportes de una persona eran sólo para esa persona. cuando ese sistema no funcionó porque las inversiones financieras que realizaron las AFJP fueron ruinosas. No hay autoridad moral para esto, pero además es mentira”, concluyó Kicillof.