ECONOMíA › LA MINICANASTA DE DOLAR Y EURO
Genial lo de Cavallo
La brillante idea con que Domingo Cavallo retomó el Ministerio de Economía en abril de 2002, consistente en incorporar el euro como referencia adicional para la convertibilidad, hubiese determinado una fuerte revaluación del peso respecto del dólar. Es decir, exactamente lo opuesto a lo que se necesitaba para eliminar o al menos atenuar la sobrevaluación cambiaria.
Como se recordará, la cesta dólar-euro hubiese comenzado a funcionar cuando la moneda europea alcanzase la paridad con la norteamericana y, por tanto, con la argentina. Pero el hecho es que el euro no arribó a ese valor para luego depreciarse, sino todo lo contrario, y en los últimos días viene cotizando a más de 1,17 dólar. Así las cosas, el peso estaría valiendo hoy casi 9 por ciento más que un dólar, minando aún más la competitividad del país, al menos respecto de esa porción dominante del comercio internacional que es la llamada área dólar.
En la práctica, los tiempos de Cavallo ministro se acabaron antes de que su canastita pudiese agravar los problemas que pretendía resolver. En su momento (mediados de 2001) se presumía que el mediterráneo se guardaba bajo el poncho la intención de agregar posteriormente el real a la cesta, para producir así esa devaluación del peso de la que no se permitía hablar. Algo de eso hizo al introducir el “factor de convergencia”, que sólo duraría mientras el euro cotizase por debajo del dólar.