ECONOMíA
› EL ALA POLITICA DEL GOBIERNO CONTRA PRAT GAY
“Expresiones de un arrogante”
“Espero que la mesura predomine y que expresiones tan arrogantes no se repitan.” Con esta frase pronunciada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el Gobierno dio por cerrada la polémica inaugurada por el jefe del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quien anteayer embistió contra Néstor Kirchner y contra Roberto Lavagna. En un foro académico, Prat Gay había opinado que era “un enorme disparate” que Kirchner le sugiriera un dólar a 3 pesos. Y se quejó del avance del ministro de Economía en el tema bancos. Frente a un grupo de legisladores reconoció que fue “imprudente”. Más técnico, ayer Prat Gay lanzó nuevas medidas para normalizar el sistema financiero. Uno de los pasos más importantes para que los bancos vuelvan a dar crédito a las empresas y particulares.
Después de la contestación del jefe de Gabinete –“esta arrogancia no debe repetirse porque genera mucha inseguridad, mucha incertidumbre”–, la Casa Rosada enfrió la disputa con el presidente del Central. Aníbal Fernández, ministro del Interior, dijo que a esas declaraciones “no le asigno mucho valor” ya que “las expresiones no son todo lo profundas que se pretende exhibir”. También desde el Palacio de Hacienda dieron por terminado el cortocircuito. Cerca de Lavagna admitieron el enojo con Prat Gay pero prefirieron bajar los decibeles de la pelea.
Malicioso, un colaborador estrecho del titular de Economía señaló a este diario que “Prat Gay se compró un problema: en la primera semana de mandato ya se ganó la antipatía de Kirchner”. En el equipo económico, por ahora, prefirieron quedarse con la idea de que los dichos de Prat Gay fueron un exabrupto desligado de intencionalidad política.
“Es lógico que en momentos de crisis, Economía quiera tener amplia participación en la reconstrucción del sistema financiero. De eso depende la salida económica. Prat Gay sabía sobre la creación de la Unidad de Reestructuración Financiera”, explicaron a Página/12 funcionarios del entorno del ministro. Y agregaron: “Lo que no le gustó a Prat Gay fue que el decreto, en su artículo cuatro, avale la posibilidad de extender las facultades de la comisión. Algo que por ahora no pensamos hacer”.
Lejos de las polémicas, el Central apuró anoche el lanzamiento de varias medidas tendientes a acelerar la recreación del crédito bancario. La más relevante es la que dispuso una reducción de los capitales mínimos que necesitan los bancos para operar. En el caso de los privados, la rebaja fue del 11,5 al 8 por ciento sobre los activos totales. Para las entidades financieras públicas, sin embargo, hay mayores exigencias: los capitales mínimos, que eran de entre 1 y 5 por ciento, ahora se elevaron al 8 por ciento, igualándolas a las de los privados. Este es el nivel fijado por el internacional Banco de Basilea.
Esta medida busca devolverle capacidad prestable a la banca privada. Aunque, se sospecha, varias entidades financieras ni siquiera pueden cumplir con las nuevas y más laxas exigencias. Es por ese motivo que el Central otorgará un tiempo de gracia, aún indefinido, para que cumplan con la norma. Se desconoce cuándo entrarán en vigor estas nuevas exigencias ya que, antes que nada, el Central debe contar con la información sobre la realidad de las entidades que ya fue requerida.
Otra de las iniciativas anunciada refiere a la suspensión de las mayores exigencias de capital que se requerían a los bancos a medida que subían las tasas de interés de los préstamos. Pero, a cambio, ahora impondrá una exigencia adicional a aquellos que presten a un costo superior al nivel de la inflación.
Otra cuestión es que se están reestructurando los ponderadores de riesgo crediticio, un punto que ya había empezado a renovarse en marzo pasado. Recién cuando las entidades financieras hagan pública la información de sus balances, la autoridad monetaria dará a conocer el calendario que deberán cumplir para regularizar su situación.