El dólar se mantuvo ayer en 4,97 pesos para la venta, mientras que en el circuito informal se produjo otro aumento y se llegó a pedir en “cuevas” hasta 7,61, ampliando esta brecha a un 56 por ciento. “Estamos hablando de un minimercado construido para desafiar al Gobierno. No debe haber ninguna o muy pocas transacciones a estos valores”, señaló el vicepresidente Amado Boudou. El Banco Central intervino con ventas puntuales de dólares durante la jornada para equilibrar la demanda privada. El stock de reservas se ubicó en los 42.760 millones de dólares. En los bancos, el retiro de depósitos privados en moneda extranjera sumó 57 millones de dólares en la semana del 14 al 18 de este mes, finalizando el stock en 7734 millones, un 48 por ciento menos que en octubre de 2011 cuando arrancaron los controles a la compra de divisas.

Los bancos y agencias de cambio coinciden en que el sistema de validaciones para la compra de moneda extranjera se sigue interrumpiendo cerca del mediodía, lo que deja demanda efectiva insatisfecha. Esta situación es aprovechada por agentes especuladores para hacer una diferencia. Las cuevas ilícitas del microcentro vendieron la divisa hasta 7,61 pesos, pero los arbolitos llegaron a pedir 20 centavos más. En cuanto a la cotización oficial, el vicepresidente relativizó las declaraciones del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien señaló a este diario que no sería “descabellado” un dólar a 6 pesos para fin de año. “En nuestro espacio político, nunca dijo nadie con seriedad cuánto va a ser el valor del dólar hacia adelante”, afirmó Boudou.

En la Bolsa porteña, las acciones líderes arrojaron un alza del 0,7 por ciento, y un volumen de negocios de 61 millones de pesos. Los papeles privados se beneficiaron de la mejora en el contexto externo a partir de la publicación de datos positivos desde Alemania y Estados Unidos que evidencian leves recuperaciones a sus economías. En títulos públicos, las principales subas se registraron con las series en dólares, lo que se explica por la intención de los inversores de dolarizar cartera y obtener la divisa cuando se paguen los servicios de estos papeles.