Guy Ryder estuvo en la Unión Industrial con Gustavo Weiss, José de Mendiguren y Daniel Funes de Rioja.
Imagen: Guadalupe Lombardo.

“Cuando se observan las cifras de Grecia o España, donde el nivel de desempleo es del 26 por ciento y 56 por ciento en los jóvenes, quienes tienen más posibilidades de no tener trabajo que de tenerlo, queda claro que el empleo está en el centro de los debates actuales”. De esa manera, el secretario general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, describió la traumática situación en algunos países de Europa, que diferenció de la experiencia reciente en el Cono Sur. Destacó que el gobierno argentino se preocupa en mantener el nivel de empleo, aunque advirtió que la OIT tiene en pie observaciones a la ley de asociaciones sindicales, que otorga la personería gremial únicamente a la CGT. Adelantó que antes de junio puede haber novedades en ese tema, luego de reunirse con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada (ver aparte). Sin embargo, desde la cartera laboral matizaron esa información.

El titular de la OIT ofreció ayer una conferencia de prensa en la sede porteña de la Unión Industrial Argentina (UIA), acompañado por José Ignacio de Mendiguren, titular de la entidad, Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal y vicepresidente por el sector empresario en la OIT, y Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción. Antes, todos participaron de un almuerzo en la propia UIA, al cual también asistieron Jorge Brito (Adeba), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio) y Daniel Pelegrina (vicepresidente de la Sociedad Rural), todos del Grupo de los Seis.

En referencia a la situación del mercado de trabajo local, Ryder señaló que “Argentina existe en una economía globalizada, lo que pasa aquí está vinculado al resto del mundo”. “Yo llego desde Europa, donde se vive un momento muy difícil, una crisis para el mundo del trabajo. Tenemos tasas de desempleo muy altas y lamentablemente la tendencia es al alza. En América latina, y en Argentina en particular, la situación es mucho más positiva, a pesar de que experimente un enfriamiento en el crecimiento económico. Veo en la política del Gobierno un compromiso con el empleo y con la inclusión social. El Estado toma papeles en la materia, no deja las cosas libradas al mercado”, señaló. Según la OIT, 4,2 millones de personas se quedaron sin trabajo en 2012, y este año la previsión creció a cinco millones. “Analizo la política argentina en este contexto”, dijo.

Durante su discurso del lunes por la noche, la presidenta Cristina Fernández nombró varias veces a Ryder, primer titular de la OIT proveniente del costado sindical, cargo que ejerce desde mayo de 2012. Nacido en Liverpool, Inglaterra, donde trabajó para el sector gremial, se desempeñó en la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y llegó en 2006 a liderar la Confederación Sindical Internacional.

Ryder se reunió durante su visita dos veces con Tomada y también con representantes de las dos facciones de la CGT y de la CTA (ver aparte). “La legislación argentina dice que hay una sola central sindical, pero yo a la mañana me reuní con cuatro, incluso me faltó una –la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo–”, dijo. Luego abordó el tema de la personería gremial, que el Estado argentino otorga a sólo una central obrera y niega a entidades con alto nivel de representación, como la CTA.

“Desde hace algunos años el sistema de control de la OIT examina este tema, y hemos emitido dictámenes. Tengo que decir, es mi responsabilidad, que los convenios de la OIT en la materia deben cumplirse en la Argentina como en otros países. Creo que hay posibilidades de avanzar, espero que antes de la próxima conferencia de la OIT, en junio, haya pasos positivos. He conversado con el ministro Tomada y con el sector sindical sobre eso”, presionó Ryder. Citó el Convenio 87 del organismo, de 1948, sobre libertad sindical. Desde el Ministerio de Trabajo aclararon a este diario que “Argentina cumple con los convenios de la OIT y en todo caso tiene formuladas observaciones sobre una ley. Eso no implica que Argentina no tenga libertad sindical”. Admitieron que se están barajando posibilidades para dejar sin fundamento esas observaciones, aunque Tomada no asumió un compromiso en cuanto a las fechas.

Ryder destacó que la mejora de la competitividad es uno de los desafíos del sector empresario local. De cara a una nueva ronda de paritarias, aclaró que “hay muchos elementos que componen la competitividad, de los cuales el salario es uno, como la inversión, la infraestructura, la forma de trabajar y la organización en la empresa”. Descartó que la competitividad se mejore reduciendo salarios, como se busca en Europa, aunque dijo que “es imposible sostener salarios por encima de la productividad a largo plazo”.