En 2012 se realizaron 46.627 escrituras en la ciudad de Buenos Aires. Se trata de una importante contracción interanual del 27 por ciento que refleja el impacto de las restricciones para la compra de moneda extranjera sobre el mercado inmobiliario y la fuerte desaceleración económica de 2012 que golpeó con fuerza sobre la actividad de la construcción. Los datos del Colegio de Escribanos porteño evidencian que, a pesar de los lamentos de algunos constructores e inmobiliarias, la caída en los indicadores sectoriales es levemente superior a la observada durante la recesión de 2009, cuando todavía no existía “el feroz cepo cambiario”. Aun así, la cantidad de escrituras realizadas fue la más baja desde que se lleva el registro, en 1998. Los inmuebles siguen cotizándose en dólares, pero las operaciones se realizan mediante múltiples combinaciones entre la moneda estadounidense y pesos.

Las distintas medidas dispuestas por el Banco Central y la AFIP, fundamentalmente la suspensión de la compra de moneda extranjera para atesoramiento, afectaron la actividad inmobiliaria. Del lado de la oferta, muchas propiedades usadas fueron retiradas de los clasificados y las que permanecieron se encarecieron por la especulación alrededor de la volátil cotización del dólar ilegal, mientras que los desarrolladores comenzaron a aceptar pagos en pesos (en distintas combinaciones, ya sea un promedio del valor del dólar oficial y del dólar blue u otras posibilidades) para las cuotas de los nuevos departamentos. Por su parte, muchos interesados en adquirir un inmueble postergaron las operaciones y quienes siguieron adelante propusieron alternativas de pagos en pesos y dólares que son aceptadas dependiendo de las necesidades de los vendedores.

La evolución de los actos realizados por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires el año pasado muestra un comportamiento muy similar al de 2009, cuando las escrituras cayeron hasta 51.666 casos, una retracción de 25,5 por ciento. En ese momento no existían restricciones al acceso del mercado cambiario, pero sí una fuerte desaceleración económica que impactó sobre el mercado inmobiliario y la actividad de la construcción. El año pasado, la adición de las nuevas normas para la compra de dólares al escenario de crisis económica implicó un aumento en la contracción de la firma de escrituras de 1,5 punto porcentual hasta 27 por ciento.

La actividad de la construcción registró el año pasado una caída de 3,2 por ciento en comparación con 2011, el peor comportamiento desde la crisis de 2002 según los datos oficiales del Indec. La caída en la actividad de la construcción fue incluso superior a la observada durante la crisis de 2009, cuando llegó a un rojo del 2 por ciento. La construcción fue el sector que lideró la disminución del empleo registrado entre marzo y agosto de 2012. El sector explicó la mitad de la totalidad de los puestos de trabajo destruidos durante ese período.

Según los datos oficiales de los escribanos, el año pasado se hicieron 46.627 escrituras de compraventa en Capital Federal, una contracción de 27 por ciento en términos interanuales. El monto global de esas operaciones descendió 21,2 por ciento hasta los 21.453 millones de pesos. En tanto, en diciembre de 2012 se firmaron 4474 escrituras de compraventa en la Ciudad de Buenos Aires, una caída de 29,3 por ciento respecto del mismo período en 2011. El Colegio de Escribanos porteño señaló que, respecto de noviembre de 2011, la serie corregida por estacionalidad dio cuenta de un nuevo aumento de 2,3 por ciento en la cantidad de escrituras, acumulando tres meses consecutivos de avance.

La apertura de los registros escriturales por rango de montos muestra que el 36,5 por ciento de las operaciones inmobiliarias se registran por un valor de entre 200 y 500 mil pesos, mientras que las de menos de 150 mil pesos representan el 19,5 por ciento del total. Las escrituras realizadas por un valor de más de 900 mil pesos ganaron participación y representan el 9,3 por ciento.