La escasez de operaciones en el mercado negro o marginal de divisas empezó a verse reflejada en los valores. En el transcurso de las últimas dos semanas, la poco transparente cotización del dólar paralelo –no hay operaciones registradas, sólo un valor que circula a partir del “boca en boca” de un pequeño grupo de cambistas– cayó dos veces de escalón: primero se suponía “estabilizada” en torno a los 8,90/9,00 pesos, luego pasó a reconocerse un precio que se repetía entre 8,55/8,60 y, en los últimos dos días, se derrumbó a 8,20 pesos el martes y ayer a 8 pesos para la venta.

No es tanto el efecto de que la presión de la oferta haga bajar el precio en un “libre juego del mercado”, sino que se han reforzado los mecanismos oficiales de seguimiento y control sobre ciertas casas de cambio para combatir estas operaciones ilegales, lo cual obligó a un repliegue a quienes alentaban el protagonismo del valor conocido artísticamente como “dólar blue”.

Quienes intentan mantener la presión del mercado ilegal sobre la autoridad monetaria, tratando de imponer una megadevaluación, buscaban descalificar la baja del paralelo sosteniendo que “es el valor que le informan a (Guillermo) Moreno para conformarlo. Pero ya hay dos precios para el blue”. Según esta particular versión, el “blue oficial” está a 8 pesos pero el “blue paralelo” oscila en torno a los 8,25 pesos, precio al que supuestamente se concertaban operaciones ayer en la city porteña.

Toda la información coincide en que el dólar ilegal viene en baja, cualquiera sea la versión que se tome. Quienes buscaron dólares en el marginal entre miércoles y jueves lo consiguieron a precios en torno a 8,00/8,10 pesos. También los bonos dolarizados bajaron, y el Bonar 2013 que vence en septiembre ayer cotizó a 8,19 pesos por dólar. Hasta el supuesto “blue paralelo” muestra un descenso con respecto a los 8,57 pesos de comienzos de semana. Aunque la burbuja no se haya pinchado definitivamente, esta semana siguió desinflándose.