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El próximo martes los diputados de la Comisión de Finanzas debatirán acerca de la eliminación del Coeficiente de Variación Salarial (CVS). El punto a definir es a partir de cuándo dejará de aplicarse, luego de que el Gobierno y el Congreso se pusieron de acuerdo esta semana en desactivarlo. La intención de los legisladores es cancelar ese mecanismo de indexación a fines de diciembre, mientras que Roberto Lavagna pretende mantenerlo hasta abril próximo. El ministro acudiría el miércoles a una reunión del bloque de diputados del PJ en la que se analizará el tema, además de repasar el resto de los proyectos económicos.
La discusión entre el Palacio de Hacienda y los legisladores repercute en los bolsillos de los deudores. Si prospera la voluntad de Lavagna, los créditos que ajustan por el CVS registrarán un aumento del 15 por ciento, ya que impactará plenamente sobre el índice la incorporación a los salarios de los 200 pesos de la anterior suma fija no remunerativa. La incorporación se hace gradualmente, desde julio, a razón de 28 pesos por mes. En cambio, si se imponen los diputados, el incremento del capital de los créditos será del 11 por ciento.
El CVS se estableció para indexar los préstamos hipotecarios pesificados menores a 250.000 pesos, los prendarios hasta 30.000 y los personales hasta 12.000. El problema con el índice surgió cuando el Gobierno decidió transformar en remunerativa la suma fija de 200 pesos. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo entonces que el CVS sería modificado, mientras que Lavagna paró la pelota y sostuvo que el tema debía estudiarse con cuidado. Luego de tres semanas, el titular de Hacienda se puso de acuerdo con el Congreso en suprimir el índice.
Pero además de la diferencia sobre el momento apropiado para hacerlo, existe otro inconveniente: cómo se indexarán los créditos en adelante. Algunos diputados sugieren que directamente no haya más sistemas de actualización y que una vez eliminado el CVS se apliquen tasas máximas del 12,4 por ciento para los créditos hipotecarios, de 16,4 por ciento para los prendarios y de 26,0 para los personales.
Otros legisladores, en cambio, se inclinan por que se mantenga la tasa (fija o variable) pactada originalmente cuando se tomó el crédito. Los bancos reclamarían que si desaparece el CVS se defina un nuevo sistema para indexar los préstamos.
El tema se analizará el martes en el marco del debate sobre el proyecto de ley para compensar a los bancos por la pesificación asimétrica y los amparos. A pesar de los aspectos por resolver, lo central es que el Gobierno y el Congreso coinciden en que hay que suprimir el CVS. Una posibilidad que se barajó en un momento fue que lo reemplazara el CER, que crece más lentamente. El CER sigue la evolución de la inflación, calculada para el próximo año en torno del 10 por ciento. La decisión que finalmente se adopte repercutirá sobre medio millón de personas, que antes de la devaluación tomaron créditos que por ahora se indexan por el CVS.