El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, negaron ayer que esté prevista la aplicación de subas en las tarifas del gas, aunque admitieron que se sigue trabajando en el cronograma de quita de subsidios. Aumento de tarifa o quita de subsidio tiene un efecto similar sobre el bolsillo del usuario, pero se trata de dos medidas que tienen otro efecto en términos de equidad: un aumento tarifario afecta a todos los usuarios, mientras que las reducciones de subsidios pretenden establecer distinciones según el poder adquisitivo o los patrones de consumo de los usuarios. De Vido también se refirió al próximo verano y la posibilidad de los cortes de luz.

“Bajo ningún aspecto está previsto que se incrementen las tarifas del gas. Lo que sí está previsto es continuar la senda de la sintonía fina en relación con los subsidios al consumo de gas y electricidad. Iremos buscando que los sectores que puedan ir pagando el verdadero costo de su energía lo vayan haciendo. La política de quita de subsidios se viene aplicando desde 2008”, indicó ayer De Vido en declaraciones radiales. Aclaró que “todavía no hay una agenda prevista” sobre la quita de subsidios al consumo de electricidad. En tanto, Capitanich, en su conferencia de prensa matutina, dijo que “cualquier aumento será comunicado de manera pública y oficial; mientras tanto, no hay que hacer ningún tipo de especulación”. Fueron las respuestas a las versiones periodísticas que circularon ayer en relación con supuestas modificaciones tarifarias.

La resolución oficial (2847/14) que definió la quita de subsidios anunciada en marzo contempla “una revisión semestral por inflación”. De Vido admitió que “es una posibilidad” que se estudia. “La posibilidad de revisión semestral está, desde que en febrero de 2008 se inició la quita de subsidios; y como se hizo en diciembre de 2010, cuando se volvieron a quitar subsidios, ésa es la política que se va a seguir haciendo”, remarcó el ministro. “La política de sintonía fina implica que los que puedan acercarse al pago del costo del gas y de la electricidad que consumen lo vayan haciendo”, definió.

En relación con los usuales cortes de luz que en las grandes ciudades del país se verifican en los días más calurosos del año, situación que provocó una suerte de colapso durante el último diciembre, De Vido afirmó ayer que “el próximo verano será mucho mejor, aunque no se bajará la tasa de cortes a cero, como no sucede en ningún país del mundo”. “Tenemos 800 obras en ejecución en el área metropolitana y otras 800 por comenzar. Las estamos haciendo directamente nosotros, sobre la base de inversiones propias del Estado nacional. Como la tarifa no da para hacer esas inversiones, las hace el Gobierno porque quedan para el patrimonio estatal. Los lugares más críticos en cuanto a cortes de luz son aquellos donde hubo mayor crecimiento y desarrollo inmobiliario, como en los barrios de Caballito y Floresta”, agregó el ministro.

La cuestión tarifaria en el país fue ayer abordada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que comparó a la Argentina con otros países de la región y recomendó reducir el nivel de subsidios en el sector energético por ser “muy costosos” y porque “distorsionan la actividad económica”, indicó Dora Iakova, jefa de Estudios Regionales del Departamento del Hemisferio Sur. “Los subsidios pueden dar lugar a preocupaciones relacionadas con la sostenibilidad fiscal, sobre todo si son por tiempo indefinido. En muchos países son el principal factor detrás de los déficit fiscales y también suelen equivaler a una importante proporción de los ingresos tributarios, como en Argentina, que representaron el 19 por ciento en 2013”, indicó.

“La experiencia internacional destaca la importancia de eliminar los subsidios de manera pragmática, gradualmente y con medidas de mitigación bien focalizadas en los más vulnerables y los grupos más afectados por la reforma”, agregó Iakova.