A un año de que el Gobierno habilitara la compra de moneda extranjera con destino a atesoramiento, esas operaciones insumieron el equivalente al 12,5 por ciento del stock de reservas actual. Según cifras de la AFIP, desde el 27 de enero de 2014 el Banco Central vendió para atender la demanda minorista tanto para ahorro como para viajes y gastos de tarjeta en el exterior 3930 millones de dólares, de los cuales el 86 por ciento fue a atesoramiento de contribuyentes. Desde septiembre pasado, las ventas se estabilizaron en un nivel alto, en torno de los 400 millones de dólares por mes. En lo que va de enero se convalidaron compras por 416 millones de dólares. Esta situación dista de la idea de inmovilización que plantea el establishment al referirse como “cepo” a la administración de la oferta en el mercado de cambios. Pese a esta sangría de divisas, las reservas se ubican en 31.291 millones de dólares, un volumen cercano al de hace un año.

La posibilidad de compras para ahorro minorista anunciada a principios de 2014 por el Ministerio de Economía, luego de que el Central –conducido entonces por Juan Carlos Fábrega– devaluara el peso dos días antes en un 22 por ciento, descomprimió en un primer momento las tensiones en el segmento paralelo. En junio las especulaciones cambiarias recrudecieron y el equipo económico requirió de nuevas medidas para paliar esa situación, como un incremento de la tasa de interés para depósitos en pesos y la regulación de entidades financieras para que recorten su participación con activos dolarizados.

Si bien analistas económicos insisten en transmitir la idea de un acceso denegado a los ahorristas, las compras de moneda extranjera se convirtieron en uno de los factores explicativos de la baja de reservas el año pasado que pudo ser remontada en el último trimestre. Desde el 27 de enero del año pasado, la AFIP convalidó la compra de divisas por 3382 millones de dólares para atesoramiento y 548 millones para viajes. Cuando sólo restan dos días para cerrar enero, las compras para ahorro suman 416 millones de dólares, mientras que diciembre último habían sido 424 millones. El listado refleja operaciones por 167 millones de dólares en febrero, 147 millones en marzo, 133 millones en abril, 140 millones en mayo, 161 millones en junio, 205 millones en julio, 260 millones en agosto, 379 millones en septiembre, 446 millones en octubre y 403 millones en noviembre.

Los otros factores que incidieron en la baja de reservas fueron la importación de energía y el pago de deuda soberana. Sobre la compra de divisas para atesoramiento se estableció un pago a cuenta de 20 por ciento deducible de Ganancias, mientras que para gastos de tarjeta y turismo en el exterior la alícuota es del 35 por ciento. Esto explica que muchos contribuyentes elijan la compra para atesoramiento cuando en realidad el destino es para turismo en el exterior. A los valores actuales del dólar, que ayer avanzó medio centavo a 8,645 pesos para la venta, el precio al que se accede para ahorro es de 10,37 pesos, mientras que para el denominado tarjeta asciende 11.67 pesos.

El Central intervino ayer con una compra de 20 millones de dólares, pero el impacto en las reservas fue una suba de apenas un millón, hasta los 31.291 millones, luego del pago de distintos compromisos, entre los que se destacó uno de 15 millones en importación de energía. En las cuevas del microcentro porteño, el dólar blue se ubicó en 13,75 pesos, con un aumento de cinco centavos. El paralelo había registrado a fines de septiembre pasado un máximo de 15,95 pesos. Por su parte, la cotización implícita que surge de la compra de bonos o acciones en el mercado local y la liquidación en el exterior (contado con liqui) se mantuvo en torno de los 12,20 pesos, mientras que si la compraventa se realiza en el país se abonó 12,49 pesos.