El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, mantuvo ayer una reunión con la jueza María Verónica Straccia, a cargo del Juzgado Penal Tributario Nº 3, para seguir colaborando en el avance de la causa que investiga los mecanismos de fuga de divisas a través de 4040 cuentas ocultas en la sucursal suiza del HSBC. El administrador federal le planteó a la magistrada que el objetivo de la AFIP es lograr que el banco repatrie aproximadamente 3000 millones de dólares distribuidos en las cuentas dadas a conocer. La denuncia formulada por la AFIP apunta a dilucidar “la plataforma ilegal montada por el HSBC y sus directivos, con el propósito de ayudar a los contribuyentes argentinos a evadir sus impuestos”.

Este encuentro ocurrió un día después de que la magistrada enviara a Suiza un exhorto para obtener más información de las cuentas ocultas en la sucursal de Suiza. Entre los datos que requirió Straccia está la información personal de los clientes, datos de las cuentas, productos contratados, contratos y documentación de respaldo, registros de operaciones –origen y destino de movimientos–, identificación de personal del banco, intervinientes, apoderados, representantes y el organigrama completo de la institución.

Si bien el objetivo de la AFIP es traer el dinero fugado a Suiza nuevamente hacia las arcas del Estado, también es la pretensión del organismo lograr avances en la causa penal. De hecho, una vez que se había conocido la existencia de estas cuentas, 25 contribuyentes quisieron rectificar sus declaraciones juradas –algo que lograron hacer–, pero eso no significó la extinción de la causa penal.

Argentina pudo acceder a la información a partir de un convenio con las autoridades de Francia para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y el patrimonio. La información de las cuentas suizas del HSBC fue entregada al gobierno de Francia por Hervé Falciani, un ex empleado de la entidad.

Según datos difundidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), la Argentina ocupa el séptimo lugar entre los clientes de todo el mundo con cuentas en el HSBC Suiza. De ese total, solamente el 15 por ciento superó en algún momento el millón de dólares en el período 2006-2007, mientras que el 70 por ciento de la lista manejó cuentas inferiores a los 100 mil dólares.

La investigación local por la fuga de divisas hacia cuentas suizas del HSBC comenzó con las trabas judiciales de los magistrados que debían llevar adelante el tema. Luego de la denuncia de la AFIP en noviembre del año pasado, Straccia se excusó de llevar adelante el expediente ya que su cónyuge se desempeñaba como abogado de Cablevisión, una de las empresas con cuentas en Suiza.

Entre 2006 y 2007, Cablevisión por un lado y Multicanal por el otro fugaron más de 100 millones de dólares. Tras su apartamiento, el expediente cayó en el juzgado de López Biscayart, pero luego la Cámara en lo Penal Económico dispuso que el trámite debía continuar bajo la tutela de Straccia.

El lunes el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuestionó la “lentitud” de la Justicia para avanzar en esa causa. “El Poder Judicial debe tener la fortaleza y la voluntad de investigar a las corporaciones. Es sintomático que en Argentina algunas causas estén estancadas, por ejemplo Papel Prensa o las cuentas en el Banco HSBC”, había manifestado Capitanich. Desde entonces, la causa tuvo varios movimientos. No sólo la Justicia argentina solicitó información a Suiza, sino que la administración tributaria del Reino Unido (HMRC, por sus siglas en inglés) pidió detalles a su par argentino sobre el contenido de la denuncia penal por las cuentas ocultas, como también el avance de la causa judicial.