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“Necesitamos que apoyen no sólo con palabras”

Desde la Asamblea del BID en Fortaleza, Remes Lenicov lanzó un desesperado pedido de auxilio al FMI y al Tesoro norteamericano. Advirtió que si el dinero no llega perderán todos.

“Necesitamos que la comunidad internacional apoye al país no sólo de palabra sino también con créditos.” Así, sin rodeos, el ministro de Economía Jorge Remes Lenicov lanzó un pedido de auxilio en el marco de la Asamblea anual del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), inaugurada ayer en Fortaleza, Brasil. Para completar el llamado de socorro, cuyos destinatorios principales son el Fondo Monterio y el Tesoro norteamericano, que se están tomando su tiempo para decidir si habrá ayuda financiera, Remes alertó lo que sucedería en caso de que los fondos no llegaran: “La profundización de la crisis generaría mayor malestar social y conflictos políticos, y también mayores pérdidas en la comunidad de negocios”, afirmó. Y hasta advirtió sobre el peligro de la desestabilización institucional del país: “Somos la última oportunidad para llegar a las elecciones (presidenciales) de septiembre del año próximo”, dramatizó Después de semejantes declaraciones, el ministro tuvo un encuentro reservado con el subsecretario del Tesoro, John Tayler, con quien siguió tanteando el humor de Washington para destrabar los préstamos (ver página 4).
En varias ocasiones en el último mes, Remes Lenicov se mostró desilusionado por el escepticismo con que Washington contestó cada uno de sus pedidos de asistencia financiera. Primero confesó que él hubiera esperado una respuesta más inmediata del FMI para socorrer a Argentina tras el abandono de la Convertibilidad, una medida que el propio organismo exigía desde octubre del año pasado. Luego le hizo decir al presidente Duhalde que el Fondo reclamaba que “se haga en Argentina en días lo que no se había hecho en años”. La semana pasada, con la misión del organismo conducida por el indio Anoop Singh en Buenos Aires, afirmó que las negociaciones debían definirse rápidamente porque el gobierno ya había implementado “hace rato” las medidas que solicitaba Washington. Concretamente: el reemplazo del tipo de cambio oficial fijo a 1,40 por un tipo de cambio flotante, la aprobación del Presupuesto, un acuerdo para recortar gastos en las provincias y la aplicación de mecanismos para mejorar la recaudación, como las retenciones a las exportaciones.
Pero, hasta ahora, Remes nunca había buscado apurar tan abiertamente las negociaciones con Washington. Y menos desde un foro como la Asamblea anual del BID, a la que asisten los principales representantes de los organismos internacionales y gobiernos de latinoamérica.
La mención a que el apoyo requerido sea en cash y no con meras “palabras” no fue casual, sino que fue cuidadosamente escogida por el ministro. En los últimos meses se multiplicaron las “palabras” de apoyo de Washington a la administración Duhalde, pero al mismo tiempo el gobierno se encontró con la inflexibilidad del FMI para acelerar los tiempos para el desembolso de los préstamos. De hecho, la misión que encabeza Singh recién a fines de esta semana concluirá un informe de evaluación de la situación argentina, que luego será elevado al Directorio del organismo. Recién entonces, se podría iniciar formalmente negociaciones por la ayuda financiera. Pero, en los últimos días, la misión del Fondo ya anticipó nuevas condiciones para iniciar dicha negociación: por ejemplo, que la Nación se comprometa a prohibir la emisión de nuevos bonos provinciales, cosa que no pudo lograr, como exigía Washington, en el acuerdo cerrado días atrás con los gobernadores.
La administración Duhalde necesita de los préstamos del Fondo para mantener bajo control al dólar, ya que, sin los recursos suficientes para fortalecer las reservas del Banco Central, se le haría muy difícil la pulseada con el mercado y sería imposible levantar el corralito bancario. De hecho, incluso suponiendo esa asistencia financiera, los consultores de la city especulan con que el dólar estará hacia fin de año más cerca de los 3 pesos que abajo de los 2 pesos, como prometió ayer el titular del Central, Mario Blejer.
Otras definiciones de Remes, ayer en Fortaleza, fueron las siguientes:
- Una quita en la deuda es parte de la negociación que se abrirá con los acreedores. “Es un tema que puede llevar tres o cuatro meses. Va a ser duro”.
- “A mitad de año esperamos una reversión de la crisis, pero es imprescindible el apoyo internacional para acelerar el tránsito”.
- “Sólo pedimos tiempo, prudencia en las declaraciones y apoyos. Argentina tiene futuro y ahora se nos abre un futuro de oportunidades”.
- “Hace muchos años que la gente viene criticando a la dirigencia, y la credibilidad financiera debe combinarse con la credibilidad social”.
- “Queremos liberar el corralito finanaciero pero necesitamos un paraguas internacional y ahora, con un futuro incierto, corremos riesgos. Lo que hemos hecho hasta ahora es lo máximo que podemos hacer para mantener el equilibrio en los mercados de cambio y en lo social”.
- “Habrá una liberación total (del corralito) cuando tengamos un acuerdo con el FMI”.

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Remes Lenicov: si la crisis se agrava habrá “mayores pérdidas en la comunidad de negocios”.
 
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