ECONOMíA
› LOS EMPRESARIOS QUIEREN ACERCARSE A KIRCHNER
Buscando el calor del poder
El Coloquio de IDEA, que reúne a los empresarios más poderosos, ya no tiene a Kirchner como un político imprevisible. Ahora empiezan a elogiarlo, con reservas, para ganarse la simpatía de la Rosada.
› Por Cledis Candelaresi
Hace apenas cinco meses, Néstor Kirchner era para muchos hombres de empresa un político temerario, capaz de sorprender hasta con alguna eventual reestatización. Aunque la incógnita no se develó del todo y muchas demandas patronales siguen insatisfechas, gran parte de los empresarios congregados en el Coloquio anual de IDEA reemplazaron sus aversión por paciencia y dan hoy al kirchnerismo un crédito impensable en mayo pasado, cuando la renuncia de Carlos Menem al ballottage le abrió las puertas de la Casa Rosada. Hasta las privatizadas, erigidas en símbolo del modelo que el Gobierno quiere modificar, parecen dispuestas a esperar. “No es un populista ni un hombre de derecha. No provocó el schock que temíamos. Sólo nos tiene un poco confundidos”, fue la cándida confesión de Orlando Salvestrini, presidente de Pago Fácil y hombre del Grupo Macri.
Este cambio de discurso, aun de las empresas con las que el Gobierno tuvo mayor confrontación pública, tiene varios fundamentos. En el caso de las privatizadas, las inquieta el escaso avance que han tenido las discusiones con el Gobierno en el seno de la Unidad de Renegociación de contratos que depende de Economía y Planificación. Pero, al mismo tiempo, las alienta la ley marco por la que el Poder Ejecutivo se atribuye amplias facultades para hacer esa revisión y disponer ajustes a cuenta.
“El 2004 es un año clave porque no hay elecciones y el Gobierno estará en condiciones de hacer cambios de fondo”, se entusiasmaba el gerente de una importante firma de la alimentación. Sin la restricción de un calendario electoral, muchos descuentan que Kirchner y su equipo honrarán las promesas formuladas en un reciente discurso en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, cuando el Presidente reivindicó expresamente el protagonismo del sector privado en la economía, limitando el papel del Estado a un regulador a distancia.
También es cierto que los representantes del establishment económico tradicional eligieron un discurso prudente por temor. Aún reconocen en Kirchner un margen oscuro, imprevisible y no quieren cerrarse las puertas del poder que hasta ahora sólo se les abrió parcialmente. “¿En qué consiste el poder de Kirchner?”, es la consigna que esta mañana intentarán develar Natalio Botana, Torcuato Di Tella y Rosendo Fraga.
Para decepción de los anfitriones de IDEA, el Presidente no cerrará este coloquio como habitualmente lo hacen los primeros mandatarios, salvo su antecesor inmediato, Eduardo Duhalde, quien también rehuyó el cara a cara con los hombres de IDEA. En la cena del viernes reemplazará a Kirchner su jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Antes, pasarán por el Sheraton de Mar del Plata los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Economía, Roberto Lavagna; de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa, y de Educación, Daniel Filmus, staff suficiente para desmenuzar la visión oficial sin exponer al número 1.
La convocatoria de este año reunió al número record de más de 700 asistentes, muchos de los cuales llegaron a Mar del Plata sin tener, siquiera, alojamiento garantizado. Quizás el interés lo despertó un temario poco convencional y muy emparentado con las cuestiones más calientes de la agenda política como “El factor bonaerense: alianzas y conflictos” o “¿Por qué no se fueron todos?”.
Más allá de los juicios acerca del estilo presidencial, la política económica del Gobierno goza de cierto crédito por algunos recientes datos optimistas. Según subrayaron casi a coro el consultor y titular del coloquio, Miguel Kiguel, y el ex funcionario Javier González Fraga, en el tercer trimestre del año la inversión creció un 35 por ciento respecto de los magros niveles del 2002, básicamente por la reactivación de la construcción. El ex titular del Banco Central aseguró que al menos tres fondos del exterior lo consultaron sobre la posibilidad de invertir en la industria agroexportadora. Acompañando ese flujo de capitales, también estaría repuntando el crédito, aunque hubo coincidencia en que faltan varios años para tener un sistema financiero de envergadura similar al que existía antes del colapso.
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