“Este es un problema global y requiere una solución global que garantice en el futuro reestructuraciones de deuda soberana justas, ordenadas y previsibles”, sostuvo ayer la embajadora en los Estados Unidos, Cecilia Nahón, en referencia al accionar de los fondos buitre. La diplomática sostuvo que el caso argentino contra estos fondos especulativos llevó “al corazón de la agenda financiera global dos cuestiones centrales, la preocupación internacional ante el comportamiento predatorio de los buitres y la ausencia de un mecanismo internacional de reestructuración de deudas soberanas”.

En una publicación en la revista Americas Quarterly, del Consejo de las Américas, Nahón advirtió que “los mercados de deuda soberana se encuentran ante una imperiosa necesidad de reforma”. “La experiencia reciente de Argentina con los fondos buitre marca un punto de inflexión en el caso de las reestructuraciones de deuda soberana. Los beneficios de la ausencia de un marco jurídico multilateral permitió a los fondos buitre explotar esta situación y asedian a países en todos los continentes”, explicó la funcionaria en un extenso texto.

Según relató, en el caso argentino “lograron que una corte de Estados Unidos valide una interpretación irrazonable de la cláusula pari passu, que estableció que los tenedores de bonos reestructurados no pueden recibir su pago hasta tanto se pague a los fondos buitre en su totalidad”. “Este es el último eslabón de una cadena de acontecimientos que erosionan la inmunidad soberana”, señaló Nahón, quien recordó que, “como han demostrado los acontecimientos en Europa, las crisis de deuda no están limitadas a los países en desarrollo”.