Las autoridades de Repsol-YPF volvieron a exponer ayer su preocupación por el precio del gas en boca de pozo: es decir, el que recibe el productor. “A este precio, no se justifica la exploración de alto y mediano riesgo”, señaló ayer el consejero delegado de la compañía, Ramón Blanco, en referencia a la pesificación del valor del fluido desde la devaluación.
No obstante, en la propia empresa admiten que el precio que recibe hoy en promedio Repsol por su producción de gas está en torno de los 80 centavos de dólar, más de un 75 por ciento por encima del precio que abonan las distribuidoras (45 centavos por millón de BTU, unidad calórica de referencia). La diferencia está dada por la proporción que se exporta (a precio internacional) y las ventas directas a grandes consumidores industriales, con los cuales se acordó una actualización del precio en la última renovación de contrato.
“El Gobierno y la Secretaría de Energía en particular saben que los actuales precios del gas en boca de pozo no son rentables”, señaló Blanco. De todos modos, la empresa mantiene fluidos contactos con el Gobierno en busca de una solución que eluda un ajuste en las tarifas de los usuarios domiciliarios.