El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, desmintió ayer que haya pensado en renunciar debido a los cuestionamientos que recibió por la suba de tarifas y que forzaron una revisión parcial de la medida. “Con respecto a dejar el cargo, yo no amago. El día que considere que no puedo ser útil, voy a tomar la decisión de no quedarme. Y lo mismo aplica para el presidente de la República, el día que él considere que yo no estoy en condiciones de continuar con la tarea de ministro, lo decidirá”, expresó. El funcionario negó además que hayan existido cortocircuitos con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y aseguró que siempre actúa “con honestidad intelectual y material”.

Aranguren resaltó el hecho de que el Gobierno haya revisado los incrementos en las tarifas del servicio de gas a partir del reclamo en varias regiones del país, que fue canalizado a través de gobernadores e intendentes, y frenado por amparos de diferentes jueces. “Si estamos haciendo un cambio, es porque consideramos que las cosas se pudieron haber hecho distintas. Y esto habla bien de un Gobierno que tiene la flexibilidad de reconocer cuando, con un poco más de análisis, puede rectificarse”, sostuvo.

El aumento del gas tendrá un tope de 400 por ciento para los hogares, mientras que para pymes, comercios y hoteles el techo será de 500 por ciento. La medida regirá no sólo para las provincias patagónicas sino para todo el país. Los máximos se calcularán sobre el valor total de la factura con respecto al cuatro tarifario vigente antes de las subas, de manera retroactiva al 1 de abril y siempre considerando un mismo nivel de consumo. En el caso de la electricidad, no habrá techo para los aumentos, pero se ratificó la decisión de ampliar el nivel de consumo bonificado de 150 a 300 KWh por mes para los beneficiarios de la tarifa social radicados en las provincias sin acceso al sistema troncal de transporte de gas natural (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones). Tras garantizar que no habrá nuevos aumentos en el precio de la energía “en lo que resta de 2016”, Aranguren admitió que asumió en un área “que necesitaba ser más trabajada” por la “herencia” recibido del gobierno anterior.