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El Banco Central volvió a bajar la tasa de interés de las Lebacs a 29,25 por ciento, una merma de 50 puntos básicos. El argumento fue que “la inflación sigue en un proceso de descenso”, la misma justificación empleada en las últimas semanas para hacer bajar el rendimiento de las letras de corto plazo del Central. Sin embargo, más que caer la inflación lo que se contrae es la economía y la autoridad monetaria se ve obligada a quitar presión al torniquete monetario.

Pese a la reducción de la tasa, la licitación de Lebacs alcanzó las 69.142 millones de pesos en adjudicaciones, cuando los vencimientos de letras fueron de 68.911 millones, por lo que el efecto sobre la base monetaria fue prácticamente nulo. En el mercado aseguraron que por ahora la inversión en letras sigue siendo redituable, puesto que las expectativas de devaluación para fin de año continúan en niveles moderados. Pero indicaron que si llegan a cambiar por algún shock del contexto local o internacional puede haber fuertes presiones en la cotización del dólar, debido a que desde principio de año se abrieron en forma irrestricta las posibilidades de acceder a la compra de divisas.

“En la semana que pasó se conoció el dato de inflación de julio del IPC GBA del Indec, que es el utilizado como parámetro por la autoridad monetaria para evaluar el cumplimiento de sus objetivos de inflación. Se registró una inflación de 2 por ciento mensual mostrando un significativo descenso frente al registro de junio (3,1 por ciento) y ubicándose levemente por debajo de las expectativas de mercado publicados por esta institución en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado. Además, hubo una disminución similar de la inflación núcleo a 1,9 por ciento, luego de que registrara 3,0 por ciento en junio”, dijeron en la entidad a cargo de Federico Sturzenegger.

La inflación mensual, pese a las justificaciones del Central, continúa en niveles superiores a los observados en octubre de 2015 (1,7 por ciento), antes que las expectativas de devaluación generaran un fuerte salto en el proceso inflacionario. Uno de los rubros donde siguen anotándose las mayores subas es alimentos y bebidas.