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Sin la presencia de Néstor Kirchner, que se quedó en Buenos Aires debido a un fuerte cuadro gripal, hoy se iniciará en México la Cumbre de Guadalajara, en la cual el Mercosur y la Unión Europea intentarán arribar a un acuerdo de libre comercio a partir de 2005. Las últimas declaraciones de Roberto Lavagna antes del inicio de la reunión fueron pesimistas respecto de un rápido arreglo: la oferta de Europa al Mercosur para liberalizar el comercio “está muy lejos de lo esperado” por los países sudamericanos, enfatizó el ministro.
Para dar muestra de su pobre expectativa, Lavagna graficó la actual situación: “Las cuotas de comercio que ofreció la Unión Europea son del orden del 15 al 20 por ciento de lo que pretendía el Mercosur”, señaló. Y dio varios casos sobre la difícil negociación. Un ejemplo refirió al comercio aviar: mientras el Mercosur reclama exportaciones por 250.000 toneladas anuales, Europa ofreció una cuota de 37.500. Otro, destacó que el Mercosur quiere vender 2 millones de toneladas anuales de manteca, pero la UE apenas ofreció 20.000. O sea, el 10 por ciento. Una relación equivalente existe para el caso del trigo: sobre un millón de toneladas que busca exportar el Mercosur, los europeos ofrecieron sólo 100.000 toneladas. A pesar de las gruesas diferencias, Lavagna se esforzó por transmitir que nada está perdido. “Vamos a seguir discutiendo y trataremos de seguir acercando posiciones”, relató. Y antes de emprender viaje a América del Norte concluyó que “será difícil que se abra el Mercosur si no hay una apertura de la Unión Europea”.
Además del comercio internacional, una de las principales trabas en las negociaciones tiene que ver con las resistencias que impuso Brasil para darles trato nacional a las empresas europeas en las licitaciones convocadas por el Gobierno. La semana pasada, los países del Mercosur cedieron a una de las pretensiones europeas, al permitir que esa facilidad pueda ser utilizada por aquellas compañías que se instalen.
Los equipos técnicos de ambos bloques trabajarán hoy a toda máquina para llegar a un acuerdo. Esta tarde se inaugurará formalmente la Cumbre con el encuentro que mantendrán los cancilleres de los países involucrados. Por el lado argentino se encuentran el ministro Rafael Bielsa y el secretario de Comercio y Relaciones Internacionales de la Cancillería, Martín Redrado. Mañana será el turno de los jefes de Estado, encuentro del que estará ausente el presidente Kirchner. El sábado se conocerán las conclusiones de la Cumbre. Por parte de América latina y el Caribe participarán 48 países, mientras que por Europa lo harán otros 25.
El problema de la deuda será el tema de fondo de esta nueva Cumbre. La cuestión estará presente en la declaración final, una redacción que hasta ayer seguía negociándose. Los funcionarios latinoamericanos querían que en un párrafo especial se dejara constancia de que sólo el crecimiento económico asegurará el repago de la deuda. Un crecimiento del cual depende la chance de que se abran nuevos mercados, que es en el fondo lo que pretenden los países del Mercosur al tratar que Europa compre más a la región y recorte subsidios.