ECONOMíA
Con acento francés
La firma anglo-holandesa Shell prefiere por ahora mantener silencio. Los titulares de la compañía petrolera se han negado a dar información sobre la posible compra de la firma por parte de la francesa Total, ante la crisis en las reservas de gas y petróleo que Shell reconoció atravesar en enero pasado. “Un amplio abanico de estructuras” están bajo consideración, según el comentario de un portavoz de la compañía en torno al tema, pero sin ofrecer ningún tipo de detalle. La posibilidad de esta operación se conoció por medio de la publicación de un periódico inglés, en la que se explica que a la fecha no se ha concretado todavía ningún movimiento, pero que “la situación (de Shell) es propicia” para que la compra se efectúe.
A inicios de este año, Shell redujo sus reservas en casi 4470 millones de barriles, es decir alrededor de un 23 por ciento, y asumió además que había cometido errores al momento de calcular sus costos de exploración y de algunos contratos de gas. La compañía tampoco ha confirmado el rumor surgido la semana pasada de que, siempre como un mecanismo para enfrentar la crisis en sus reservas, vayan a fusionarse las filiales británica y holandesa, propietarias de Shell en un 40 y 60 por ciento, respectivamente.