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Argentina, ya se sabe, no es más el reino de la clase media en Latinoamérica. Lo que no se sabía es que, después de la crisis, quedó relegada al sexto puesto entre los países de la región con más clase media. Según el ranking elaborado por la Cepal (Comisión Económica para América latina y el Caribe), Uruguay y Costa Rica son los países con más clase media, mientras que en Chile, Panamá y Brasil hay hoy una mayor proporción de la población en el segmento medio de la pirámide social que en Argentina.
Según el informe de la Cepal, en Uruguay casi el 80% de la población pertenece a la clase media, mientras que en Costa Rica forman parte de ese club el 71,6% de sus ciudadanos. En Chile, en tanto, el 69,8 % de los habitantes integran la franja socioeconómica media, y en Panamá el 68,6 %.
Hace ya varias décadas, los economistas más notables de la Cepal llamaron a Brasil con el neologismo “Belindia”, un país donde algunas pequeñas franjas de la población vivían como en Bélgica, mientras que una mayoría soportaba condiciones de vida tan paupérrimas como en la India. Si se miran con atención los últimos números difundidos por la institución, está claro que esa denominación hoy sería más justa de aplicar a Argentina. El 56,1 % de los brasileños es hoy de clase media, mientras que en Argentina ese privilegio quedó reducido al 52,3 %. Así, el país cayó al sexto puesto entre los países de la región con mayor participación de sectores medios en la distribución del ingreso.
Los datos por Argentina no deberían sorprender a nadie, si se contrastan con las cifras que viene publicando el Indec en los últimos dos años. Tras la devaluación, más del 50 % de los argentinos se sumergió en la pobreza, y ese porcentaje recién disminuyó al 47 % en la última medición, correspondiente al segundo trimestre de este año.
El estudio de la Cepal considera como clase media a quienes tienen ingresos de entre 1100 y 10.000 dólares al año. El piso, aclara la publicación, fue establecido de acuerdo a la línea de pobreza elaborada por el organismo, en tanto que el techo corresponde a los niveles de ingreso de los países desarrollados.
Es de destacar que la línea de pobreza del Indec está valuada en 730 pesos, unos 250 dólares al mes. En cambio, la línea de la Cepal, como se mencionó anteriormente, sería inferior a los 100 dólares al mes. Eso significa que una amplia franja de pobres, según las estadísticas argentinas, serían considerados clase media por el organismo dependiente de Naciones Unidas.
Sea como fuere, detrás de Argentina están países como República Dominicana, donde un 51,1 % de la población es clase media, Ecuador (50,3 %), México (45,8 %), Venezuela (45, %), Perú (44 %) y Paraguay (39 %). Los dos países con menos clase media y niveles más elevados de pobreza son Honduras –sólo un 22,7 % es estrato medio– y Nicaragua (30,6 %).
La Cepal alcanzó renombre internacional en la década del ‘60 bajo la dirección del argentino Raúl Prebisch, uno de sus miembros fundadores, con la difusión de las llamados modelos “estructuralistas” de la economía, que se opusieron en Latinoamérica a los ideas monetaristas de moda en el Fondo Monetario y las principales universidades norteamericanas. La realidad actual del organismo de las Naciones Unidas es muy distinta a la de aquel pasado, después de que su influencia política fuera diezmada durante la década del ‘90.