ECONOMíA
Rozas amenaza con quitarle apoyo al Gobierno si no cambia el rumbo
El presidente de la UCR agrega más ruido a la relación entre su partido y el oficialismo. Las razones de los vaivenes.
La relación del radicalismo con el Gobierno va camino a convertirse en traumática, una relación de esas que sólo se solucionan después de varios años de terapia. Así, un día la plana mayor de la UCR puede mostrarse en Olivos junto a Eduardo Duhalde en señal de apoyo y al otro aclarar que no tienen nada que ver con el Gobierno. Los gobernadores radicales, incluyendo al titular del partido, el chaqueño Angel Rozas, fueron de los primeros en suscribir los 14 puntos del acuerdo que presentó Duhalde diez días atrás. Pero ayer Rozas dijo que si el Presidente no cambia la política económica, la UCR –que bien plasmada quedó en aquel acuerdo– le quitará su apoyo. “No tengo compromisos con nadie que no sea con la gente”, dijo Rozas.
No le está resultando sencillo a Rozas ser presidente de la UCR y al mismo tiempo gobernador de una provincia con muchos problemas económicos. Ayer mismo, Rozas recordó que, cuando asumió Duhalde, el radicalismo lo respaldó aun “con el riesgo de que mucha gente no lo interpretara” en forma correcta. Que lo que la UCR quería decir era que “si le iba bien al Gobierno nacional, le iba bien a todos los argentinos”.
Con todo, el gobernador chaqueño no mencionó que el radicalismo votó a Duhalde en la Asamblea Legislativa que lo designó, que puso dos ministros en su gabinete y que en el Congreso acompañó todas sus iniciativas, a veces con más entusiasmo que el de los propios legisladores oficialistas. Sin embargo, en forma subterránea desde hace un par de meses y de manera mucho más explícita desde la caída de Jorge Remes Lenicov, un grupo de dirigentes radicales viene proponiendo un rápido despegue de la gestión duhaldista a la que no ven con cuerda para mucho más.
Uno de esos dirigentes el es titular de la UCR bonaerense, Federico Storani, lo que también es llamativo porque es justamente a los hombres más cercanos a Raúl Alfonsín y a los del radicalismo de la provincia a quienes se señala como los responsables de la alianza con Duhalde. Durante el fin de semana, Storani envió un mensaje que tenía como destinatario a Rozas. Pidió que el radicalismo termine con el doble discurso porque “la conducción nacional del partido habla de un pacto bonaerense con el Gobierno, pero se sienta a firmar un documento con Duhalde”.
Puede que el viraje de Rozas de ayer, en una conferencia de prensa en Resistencia, haya sido una reacción ante el reclamo de Storani. Pero, en otra muestra de lo complicado que les resulta a los radicales posicionarse ante el Gobierno, ayer Storani también cambió: pidió “apoyo institucional” para Duhalde de forma que pueda completar su mandato. “Una elección anticipada no trae ningún tipo de solución sino que puede agudizar más los problemas que tenemos”, remarcó el titular del Comité Provincia. También sostuvo que “el radicalismo tiene que recuperarse y no debe tener ningún complejo en decir que tiene la responsabilidad de apoyar institucionalmente”.
Pero Rozas todavía no conocía las declaraciones de Storani de ayer y respondía como si estuviera reaccionando a las del fin de semana. Adelantó que si Duhalde persiste en el actual rumbo económico, no sólo su provincia sino varias otras le quitarán su respaldo. “Vamos a un callejón sin horizonte”, alertó. El gobernador desempolvó un discurso productivista y pidió que se le otorgue “prioridad al trabajo y a la producción, dejando de lado los especuladores, que siempre los hubo”.