SOCIEDAD › BAJA EN LA FECUNDIDAD Y EN LA TASA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACION
La familia argentina, versión ajustada
Según los datos confirmados por el Indec, la Argentina tiene 36.223.947 habitantes. La baja en la tasa de crecimiento es en parte explicada por la caída en la fecundidad: 2,5 hijos por mujer. Para Susana Torrado, es una “respuesta al ajuste”.
Por Mariana Carbajal
La tasa de fecundidad descendió durante la última década más de lo que se había pronosticado: de 3 hijos por mujer a comienzos de los ‘90 bajó a 2,5 en el año 2000. Pero el descenso podría ser todavía mayor, cuando se afinen los datos del último censo, advirtió la demógrafa Susana Torrado. Según sus cálculos, llegará a 2, un indicador que marca el momento en que la población deja de crecer. “No es un efecto de una difusión progresiva del control de la natalidad, es una respuesta de los sectores medios y obreros más educados al ajuste económico”, consideró Torrado y señaló esta tendencia como una de las causas por las cuales la población del país creció en los últimos 10 años menos de lo que había pronosticado el Indec. Ayer, el director del Censo 2001 reveló que la Argentina tiene 36.223.947 habitantes, es decir, 200 mil más del total anunciado en noviembre, pero casi un 1.300.000 menos de lo que esperaba encontrar el organismo en ese relevamiento. En total, hay 10.106.300 de hogares.
“Se retrotrae el tamaño de la familia por la crisis económica”, coincide el análisis de Victoria Mazzeo, investigadora del Instituto Gino Germani y responsable del área Demografía y Población del Gobierno porteño, en relación con el marcado descenso de la tasa de fecundidad. En el quinquenio 1980-1985, la tasa global de fecundidad para el total del país fue de aproximadamente 3 hijos por mujer, en 1990-1995 bajó a 2,7 y en el quinquenio 1995-2000 llegó a 2,5, según reveló ayer a Página/12 Gladys Massé, directora de Estadísticas Poblacionales del Indec. Los datos fueron elaborados en base a las Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación. El descenso de la fecundidad se manifiesta sobre todo en las áreas urbanas de la zona pampeana. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, cuyo peso respecto del total nacional es muy importante, pasó de 2,6 hijos por mujer en 1990 a 2,3 en el 2000. Una tendencia similar se observa en la Patagonia. En Santa Cruz, el descenso fue bastante pronunciado: mientras que en 1990 la tasa de fecundidad era de 3,6 hijos por mujer, en el 2000 llegó a 2,5. En Tierra del Fuego cayó de 2,5 a 2,0 en el mismo período.
“Como todo promedio, oculta las diferencias por regiones. Bajó mucho más en zonas urbanas que en rurales. En las clases más bajas se encuentran mujeres con 6 hijos o más”, señaló Mazzeo. Las mismas diferencias se encuentran dentro de la ciudad de Buenos Aires, donde desde comienzos de los ‘90 la tasa de fecundidad está por debajo del nivel de reemplazo, lo que significa que es inferior a 2 hijos por pareja. El promedio bajó un punto entre 1990 y el 2000, cuando se detecta 1,8 hijo por mujer. “Pero hay zonas, especialmente en las villas, donde puede llegar a 5 o 6 hijos por mujer”, aclaró Mazzeo.
Para Torrado, miembro del consejo consultivo del Conicet, esta disminución es “absolutamente consistente” con lo que ha pasado en la década del ‘90 en el país. “Se refiere fundamentalmente a las áreas urbanas de la Argentina, donde la mayor parte de la población tiene ya incorporados los mecanismos de control de la fecundidad que son eficaces”, puntualiza la investigadora. “El comportamiento de estas poblaciones -dice Torrado– es muy sensible a la coyuntura.” En un contexto donde aumenta el desempleo y la precariedad laboral, no hay cobertura social ni asignaciones familiares, “este tipo de poblaciones se restringen y lo hacen con mucha eficacia”, explicó. Además, agregó, influye que haya menos casamientos, que las parejas cohabiten sin papeles durante largo tiempo sin tener hijos, y las mujeres por el desarrollo de sus carreras profesionales posterguen el momento de ser madre.
El descenso del número de hijos es una tendencia mundial y en la Argentina comenzó a partir de la década del ‘70. Pero en cada país tiene causas y efectos distintos. “Hay países que propugnan fuertemente políticas de planificación familiar. En la Argentina, en cambio, esto ocurre a pesar de la obstaculización de políticas de planificación familiar y de la falta de educación sexual en las escuelas”, diferencióTorrado. Incluso, a su juicio, cuando el Censo 2001 esté más procesado, se tendrán indicadores más precisos y el descenso será aún mayor. “Creo que rondará 2 hijos por mujer”, pronosticó. Si llega a ese número, se profundizará el envejecimiento de la población al disminuir el número de niños y aumentar el de ancianos.
Para Torrado, la caída de la fecundidad es una de las causas de que la población del país haya crecido menos de los 37,5 millones que el Indec había proyectado, teniendo en cuenta las tendencias del censo anterior. La otra razón, según la investigadora, se refiere a que murió más gente de la esperada por el deterioro del sistema de salud. Ayer, el director del Censo 2001, Alejandro Giusti, dio a conocer los resultados provisionales del relevamiento, obtenidos a partir de los datos que figuran en las planillas-resumen de los jefes de radio. Es decir, son más ajustados que los difundidos en noviembre. Los definitivos, provenientes de las cédulas censales, estarán hacia fin de año. Giusti precisó que hay 36.223.947 habitantes, 3.608.419 más que en el ‘91. Son 17.667.874 varones y 18.556.073 mujeres, lo que da una proporción de 95,2 hombres cada 100 mujeres. El total de hogares asciende a 10.106.300, donde viven 35.898.646 personas. El resto fue censado en instituciones colectivas como hospitales, cárceles y geriátricos.