ECONOMíA
Una pesada hipoteca amenaza a los futuros jubilados en las AFJP
Sin cambios en el régimen de AFJP, un asalariado de 2000 pesos se jubilaría con el 33 por ciento del sueldo. Para los salarios más altos es peor. Los más bajos pueden aspirar a un 43 por ciento del salario. El legado de Cavallo. Un dilema para K.
› Por Maximiliano Montenegro
Los números son impactantes. Un trabajador con un salario de 1000 pesos, con 30 años de aporte a una AFJP, cobrará una jubilación total de 430 pesos, equivalente al 43 por ciento de su sueldo. Para un asalariado con un ingreso de 2000 pesos, su haber jubilatorio será en proporción todavía más exiguo: 660 pesos; es decir, 33 por ciento de su sueldo. A esos valores se llega gracias a la PBU (Prestación Básica Universal), un subsidio de 200 pesos que otorga el Estado para complementar todas las jubilaciones del sistema privado. Si no la cosa sería peor.
La causa principal es lo escaso del aporte personal obligatorio que, desde el gobierno de la Alianza, en el 2001, los trabajadores derivan a las AFJP: 7 por ciento del salario. Históricamente ese aporte fue del 11 por ciento, pero durante la crisis Domingo Cavallo decidió rebajarlo como una forma de mejorar los salarios de bolsillo. En realidad, aquel fue un “aumento” que se otorgó el propio trabajador, quitando fondos de su futura jubilación. Para colmo, como se verá más adelante, las comisiones de las AFJP no fueron recortadas, e incluso subieron, con lo cual el dinero que se deposita en la cuenta individual del afiliado es muy poco como para garantizar una jubilación razonable.
Ahora, la administración Kirchner se enfrenta a un dilema. Si en octubre –cuando vence la última prórroga dispuesta al tope del 7– se vuelve al aporte personal del 11 por ciento, automáticamente habrá una caída en el salario de bolsillo, una medida antipática en un año con inercia inflacionaria. Si no lo hace, convalidará un esquema que pulveriza las futuras jubilaciones del régimen privado.
Para tener una idea de lo pequeño que quedó el aporte personal al sistema de AFJP en Argentina vale la comparación internacional: en Uruguay es del 15 por ciento del sueldo; en Colombia, 13,5 por ciento; en Chile 12,4 por ciento; y en México 11,5 por ciento.
Tres ejemplos sirven para graficar lo que ocurrirá con las jubilaciones de no haber reformas en el sistema de AFJP:
- Un trabajador con un salario de 1000 pesos cobraría después de 30 años de aportes –suponiendo una rentabilidad anual promedio del fondo de capitalización del 4 por anual y comisiones más bajas que las actuales– unos 230 pesos mensuales de su AFJP (23 por ciento del sueldo) más 200 pesos de la PBU pagada por el Estado. En total, 430 pesos, 43 por ciento de su salario.
- Para un sueldo de 2000 pesos, el haber jubilatorio total sería del 33 por ciento del salario: 660 pesos.
- Para un empleado con un ingreso de 3000 pesos, la jubilación sólo alcanzaría al 30 por ciento del sueldo: 890 pesos.
Según estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), basado en los hábitos de consumo familiares en la tercera edad, la jubilación debería ser, como mínimo, equivalente al 60 por ciento de la remuneración de la persona durante su vida activa.
La reducción del aporte personal no es la única hipoteca que pesa sobre las jubilaciones en el sistema privado. Las comisiones también son parte importante del problema. Después de aprobados los últimos aumentos, por cada 100 pesos de aportes del afiliado la mayoría de las AFJP se quedarán con 41 pesos en concepto de comisión y sólo irán a la cuenta de capitalización individual los 59 pesos restantes.
Hay AFJP con comisiones bastante más bajas: por cada 100 aportados, 28 pesos (Arauca Bit); 30,7 pesos (Profesión + Auge); o 33,6 pesos (Nación AFJP). Lo absurdo es que una AFJP como Siembra, que hace tiempo que fijó una comisión del 41 por ciento del aporte, siguió igualmente captando afiliados desinformados.
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