ECONOMíA
Subió la hacienda, pero aún no llega al mostrador
El día posterior al anuncio de las medidas para controlar la inflación no trajo buenos augurios. El precio de la hacienda vacuna volvió a subir. Esperan que no se traslade a la carne.
El fuerte aumento de la oferta vacuna en Liniers fue insuficiente para evitar una nueva suba en el precio de la hacienda de calidad. El precio del kilo vivo del novillito y de la vaquillona llegaron a tocar valores en torno a un dólar, que la industria frigorífica consideró “insoportable” tanto para el mercado local como para la exportación. La prohibición de faena de animales inferiores a los 260 kilos, desde el 1º de este mes, hizo que las mencionadas categorías sean las más atractivas para la demanda. Apenas horas después de conocidas las medidas anunciadas por Roberto Lavagna para frenar la inflación, el mercado concentrador de hacienda fue escenario de su sexta suba consecutiva. Entidades del ruralismo cuestionaron las medidas que restan rentabilidad a las exportaciones, en tanto las asociaciones de consumidores declararon su escepticismo respecto de su efectividad para bajar los precios internos.
Las operaciones en Liniers llevaron los valores máximos del novillito a una gama de 2,91 a 2,965 pesos, los más altos para la categoría en lo que va del año para animales especiales y buenos. En la categoría de vaquillonas especiales y buenas, se comercializó entre 2,90 y 3 pesos el kilo. Sin embargo, representantes de la industria frigorífica consideraron poco probable que estos valores en aumento puedan ser trasladados al mercado interno o a la exportación.
“Estos precios de la hacienda no tienen sustento, ni en la demanda interna ni en la de exportación”, sostuvo Guillermo González, gerente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica) al ser consultado por Página/12. “El consumo no está en condiciones de pagar estos valores, y en cuanto a la exportación no se confirmó nada de las expectativas que había; los pronósticos de un fuerte aumento de la demanda externa por las dificultades de la competencia no se cumplieron”, advirtió González, quien recomendó “esperar unos días para ver qué pasa” con los precios.
Por otra parte, le restó importancia a que los precios suban aunque la oferta aumente. “Lo que está aumentando es la oferta en Liniers, pero hay que ver qué está pasando con la venta directa de hacienda en el campo”, hoy fuente de aprovisionamiento de buena parte de la industria. El representante de Unica también recomendó prudencia al evaluar el impacto de las reducciones de los reintegros a la exportación sobre los precios internos. “En principio, diría que no hay impacto”, arriesgó, sin embargo.
La reducción de reintegros a la exportación de alimentos fue rechazada ayer por tres entidades del campo. La Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas firmaron un comunicado conjunto en el que “estas medidas, con las que se pretende tapar el sol con la mano, desaniman las inversiones que necesita el país para lograr mayores aumentos de producción, como receta válida para luchar contra la inflación”. Las entidades afirman que “el campo rechaza enfáticamente la eliminación de los reintegros a las exportaciones de alimentos implementada por el Ministerio de Economía, como la gran solución al problema inflacionario”.
Por su parte, la Federación Argentina de la Industria Molinera opinó que “una vez más se ha cometido un gravísimo error con la eliminación de los reintegros a las exportaciones de harinas y premezclas en base de harina de trigo, repitiendo lo sucedido en abril de 2002, al aplicarse a la harina el mismo nivel de retenciones que a su materia prima, el trigo”.
Las medidas tampoco tuvieron buen eco en las asociaciones de consumidores. El más optimista de este sector resultó el diputado socialista Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, quien sostuvo que la eliminación de reintegros permitirá “que el aumento normal de precios de los últimos meses del año tenga una merma del 3 al 5 por ciento, pero no generará reducciones de precios” en el corto plazo.