ECONOMíA
Gracias a la inflación, el problema ya no es fiscal
En Hacienda dicen que la recaudación de junio estará en línea con lo esperado. Y aseguran que se pagará aguinaldos y jubilaciones en “tiempo y forma”. La negociación con el Fondo se concentrará ahora en el programa monetario.
El ministro Roberto Lavagna regresó ayer de Washington y se tomó el día descanso. Tanto es así que ni siquiera se reunió con el Presidente, como se esperaba que lo hiciera después de una misión tan importante ante el Fondo Monetario. “Las negociaciones fueron muy arduas y descansará durante la jornada”, explicó uno de sus colaboradores. La nueva etapa en las relaciones con el Fondo que se inicia hoy no parece que vaya a ser más tranquila para el ministro. El frente fiscal no será problema: hoy se conocerán la recaudación de junio y en Economía confían que, inflación mediante, esté en línea con lo esperado. Sin embargo, el FMI enviará a mitad de semana una misión de expertos en temas bancarios, que reclamará profundos cambios en el sistema financiero (ver página 9).
Después de su viaje a Washington, Lavagna empezó a cosechar algunas tímidas voces de aliento, en medio de un mar de escepticismo. “Hoy veo una luz que antes del viaje del ministro a Washington no existía y que nos indica que podemos estar más cerca de un acuerdo” con el FMI, aseguró Guillermo Calvo, economista jefe del BID. Y agregó que “el mayor éxito del ministro fue mostrar categóricamente que la posición argentina es sólida técnicamente”.
Hoy, el Gobierno solicitará la postergación del vencimiento por 1000 millones de dólares que debía pagar al Fondo a mediados de julio, para cumplir con las formalidades burocráticas del organismo, dado que la decisión ya fue tomada.
Hoy también se conocerá oficialmente los números de la recaudación de junio. Según funcionarios de la Secretaría de Hacienda, la cifra rondaría los 4500 millones de pesos, un nivel similar al año pasado, por lo que en Economía dicen que “no habría problemas para pagar en tiempo y forma los salarios y aguinaldos de los jubilados y los trabajadores públicos”. En mayo, gracias a la inflación, la recaudación alcanzó los 4826 millones de pesos, un 2,9 por ciento más que en igual mes del año pasado, rompiendo 11 meses de caída interanual. “En junio vamos a estar cerca de los 4500 millones, tal vez un uno por ciento abajo o arriba, pero ahí”, aseguran en Hacienda. Pero reconocen que simultáneamente habrá una caída importante en la recaudación del impuesto a las Ganancias, por razones obvias.
Sea como fuere, está claro que en el futuro el FMI no hará transpirar a Lavagna por cuestiones fiscales. Toda la presión del organismo se concentrará en la reestructuración del sistema bancario y la definición del programa monetario. Como es sabido, Economía fijó una meta de emisión hasta fin de año de 7000 millones de pesos adicionales, para asistir vía redescuentos a los bancos y evitar así un cierre generalizado de entidades. Pero en el Fondo afirman que ese número es demasiado elevado, y prefieren cerrar bancos a que se dispare el dólar y la inflación. Justamente, el otro punto en discordia es el nivel de emisión compatible con un piso de reservas que Lavagna fija en 9000 millones de dólares para fin de año. Actualmente, las reservas ya están abajo de los 9700 millones de dólares y en Washington creen que si la impresión de pesos se desborda, la sangría de dólares del Central sería mayor, a menos que aceptara un tipo de cambio nominal mucho más alto que el actual.
Para dirimir esta cuestión se decidió consultar a un comité de expertos internacionales que estaría encabezado por el ex titular de la Reserva Federal Paul Volcker, junto con el ex director gerente del FMI, Michel Camdessus y los financistas Jacques de Larrosiere, Jacques Delors y Hans Tietmeyer, entre otros.