ECONOMíA › NUEVAS PROYECCIONES PARA NAVIDAD DE 2002

¿Dólar a 4,70 para fin de año?

Los papeles que intercambiaron el Banco Central y el FMI indican que,si
se cuidaran las reservas, en diciembre el dólar no bajaría de 4,70. Si los amparos siguen habría que vender más de 3000 millones de reservas.

 Por Maximiliano Montenegro

Los papeles secretos que intercambiaron en los últimos días el Banco Central y el Fondo Monetario indican que el dólar a fin de año rondaría entre 4,60 y 4,70. La proyección contempla que las reservas no desciendan sensiblemente por debajo de los 9000 millones de dólares (actualmente están en 9500 millones), que disminuye el goteo de fondos del corralito como viene ocurriendo desde junio y que hay un tope a la salida de depósitos vía amparos. Esta última cuestión es el problema fundamental que discutirán en los próximos días el equipo de Lavagna con técnicos del FMI y la comisión de expertos internacionales que llegará al país. Según las cifras que manejan en el Central, no sólo no habrá tope a los amparos sino que se incrementaron vertiginosamente en las últimas semanas. Por lo tanto, o el Banco Central está dispuesto a perder más reservas o el dólar se irá por encima de las proyecciones. El escenario anterior descuenta una refinanciación de los vencimientos de deuda de todo el año con los organismos internacionales, cosa que Lavagna buscará comenzar a cerrar a partir de hoy en el directorio del Fondo Monetario (ver aparte).
El viernes hubo una reunión en el Banco Central con funcionarios del organismo y los gerentes financieros de los principales bancos. Fue para analizar el programa monetario, que a partir de esta semana estará bajo la lupa de una misión del FMI. En ese encuentro se llegó a una conclusión alentadora: inesperadamente está bajando notablemente el nivel del “goteo” de fondos del corralito de las cuentas a la vista (cajas de ahorro y las cuentas corrientes). La tendencia a la disminución de las extracciones en efectivo se percibe desde junio. Y los expertos barajan distintas hipótesis para explicarla:
u La más obvia es que, cuando el dólar se “estabiliza”, hay menos urgencia por parte del público para sacar dinero de los bancos.
u Con la inflación y los sueldos estables hay cada vez menor capacidad de ahorro para comprar dólares. Así, el excedente que la gente tenía atrapado en el corralito se está utilizando para cubrir gastos, vía tarjetas o cheques, dentro del propio corralito. Dicho sea de paso, si esta tendencia se consolidara, entonces habría un buen argumento para liberar totalmente las cuentas a la vista.
Esta merma en el “goteo” llevó a que, en el último mes, el Central redujera la asistencia a los bancos a través de redescuentos. Sin embargo, está siendo contrarrestada en buena medida por otro dato, que en el Central evaluaron alarmados. En junio, la salida de depósitos por amparos fue de 1000 millones de pesos, 25 por ciento más que el promedio de los cinco meses anteriores. Pero sólo durante la primera semana de julio la fuga por amparos fue nada menos que de 600 millones de pesos. Si la tendencia continuara, en julio la Justicia podría liberar más de 2000 millones de pesos.
“No hay tipo de cambio de equilibrio con la salida de fondos vía amparos permanentemente. Porque no hay instrumentos de absorción monetaria. Todo depende de las hipótesis que se haga vía amparos”, reconoció un alto funcionario del Gobierno, partícipe de las negociaciones con Washington, a este diario. De otro modo, se calcula que el 90 por ciento de los plazos fijos que son liberados se destina a la compra de dólares, y no existen otras alternativas de ahorro financiero que sean lo suficientemente atractivas para frenar semejante sangría del sistema.
–¿Y ve una solución? –preguntó Página/12.
–No –fue la concisa respuesta del funcionario.
Lavagna admite en privado que no hay margen de negociación para que la Corte Suprema clausure en las próximas semanas el camino de los amparos. A su vez, el ministro considera que no hay espacio político para volver a insistir con el bono compulsivo, como pretenden los bancos. Por último, ni siquiera está dispuesto a prorrogar el canje optativo de depósitos por bonos, que vence mañana, porque estima que sería prolongar laincertidumbre y que no cambiaría el desinterés de los ahorristas (ver aparte).
Así las cosas, según pudo chequear este diario, lo único que podría ofrecer el ministro al FMI es extender la reprogramación de depósitos, para evitar que durante el año próximo sea liberada una masa demasiado grande de depósitos: vencen más de 12.000 millones de pesos, más el CER, lo que podría duplicar esa cifra.
En base a lo anterior, los técnicos el FMI y del Central barajaron distintos escenarios para el tipo de cambio a fin de este año. Son los siguientes:
u Si las reservas se mantuvieran por arriba de 9000 millones de dólares, como pretende el Fondo Monetario –que presiona al Gobierno para que cuide las reservas a costa de un tipo de cambio más alto–, el dólar cerraría a fin de año entre 4,60 y 4,70. Eso suponiendo que hay un tope para los amparos.
u Pero aun suponiendo que se lograra encuadrar la salida de depósitos por amparos dentro de lo previsto por el Gobierno (3500 millones de pesos en la segunda mitad del año), habría que vender unos 1200 millones de dólares de reservas para que el dólar flotara alrededor de los 3,70.
u Si los amparos continúan sin pausa, el Central tendría que vender unos 3000 millones de dólares de reservas para mantener domado el tipo de cambio.
El ministro Lavagna ya les dejó en claro a los funcionarios de Washington que no está dispuesto a sentarse sobre las reservas, mientras el dólar levanta vuelo junto con la inflación. Sin embargo, el titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, dio esta semana la señal de que no desatenderá los reclamos del Fondo. De hecho, hasta el jueves, el Central podría haber bajado el dólar, tal vez, a 3,40, con sólo revender los dólares excedentes que le liquidaron los exportadores. En cambio, prefirió recomponer reservas (ganó 50 millones en dos días). Luego la tendencia cambió, el dólar repuntó por arriba de los 3,60, y continuó la pérdida de divisas del organismo monetario.
Sea como fuere, la conclusión es obvia: Lavagna podría llegar a tener luz verde de Washington para vender 1000 millones extra de reservas. Pero nunca 3000 millones de dólares. Eso es lo que intentará hacer en las próximas semanas: convencer a los enviados extranjeros que sólo debería vender 1000 millones más para mantener en caja al dólar hasta fin de año.

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Ministro de Economía, Roberto Lavagna. Acorralado entre el Fondo y la Justicia.
Le podría ofrecer al Fondo estirar los plazos de la reprogramación de depósitos.
 
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