En lo que va del año, el Gobierno cuestionó tres veces a Repsol por no invertir en el país. Uno de los momentos de mayor tensión se vivió hace diez días, cuando el ministro de Planificación, Julio De Vido, advirtió durante su gira por Australia que la Secretaría de Energía está revisando 18 contratos, “porque hay yacimientos subexplotados y subexplorados”. Si bien no se precisó de quiénes son esos pozos, la mira está puesta en la multinacional española, a la que el Gobierno criticó por invertir menos que en los noventa, cuando el barril apenas rozaba los 20 dólares. Más allá de los datos de inversión que difunde cada vez que la atacan, en Repsol reconocen por lo bajo que no operan al máximo de sus posibilidades porque el mercado argentino no otorga incentivos suficientes. Sin embargo, no todas las petroleras han tenido la misma conducta. Página/12 analizó los estadísticas disponibles sobre exploración y pudo comprobar que Pan American Energy, Apache, Chañares Herrados y Petróleos Sudamericanos, entre otras, vienen realizando un mayor esfuerzo si se toma en cuenta la participación que tienen en el mercado.

El Gobierno lo sabe. Por eso el ministro De Vido marcó diferencias cuando conversó con la prensa argentina en Australia. “Hay firmas que invierten porque no se distraen especulando con el cambio de una ley o un aumento de tarifas”, destacó. Según datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), Repsol-YPF concentró el año pasado el 32,8 por ciento de la producción total de hidrocarburos (incluyendo petróleo y gas), pero sólo el 10,6 por ciento de los pozos en exploración (5 sobre 47). Mientras que Pan American Energy, por ejemplo, teniendo el 14,3 por ciento del market share productivo concentró el 49 por ciento de las exploraciones (23 de 47 pozos). Petrobras también tuvo un mejor desempeño que su par hispana, pues realizó en 2006 el 15 por ciento de las exploraciones (7 pozos) teniendo sólo el 9,3 por ciento del mercado.

Las petroleras más chicas también muestran un mayor dinamismo en relación con la compañía líder, aunque su incidencia en el mercado es muy reducida. La estadounidense Apache Corporation acumuló el 2,5 por ciento de la producción, pero durante el año pasado exploró tres pozos (6,4 por ciento del total). Esta empresa desembarcó en el país en 2001 con inversiones en Neuquén y Cuyo y a comienzos del año pasado anunció la compra de Pioneer sumando activos en las cuencas Neuquina y Austral. Un caso similar es el de Chañares Herrados, una firma argentina que posee el 0,22 por ciento de la producción, pero concentró el 2 por ciento de la exploración. La UTE que conforman Petróleos Sudamericanos y Necom también tuvo una mayor participación relativa en exploración. Tiene sólo el 0,21 por ciento de la producción y concentró el 2 por ciento de los pozos exploratorios.

En 2005 la mayoría de las empresas había realizado un esfuerzo similar. Repsol había concentrado entonces el 35 por ciento de la producción y apenas el 25 por ciento de los pozos exploratorios. Mientras que Pan American tenía el 14 por ciento del mercado y el 27 por ciento de la exploración. Entre las chicas, Apache y Petróleos Sudamericanos-Necom estaban entonces entre las más dinámicas al igual que en 2006, junto a PetroAndina y Occidental (Oxi). PetroAndina es una empresa canadiense que comenzó a operar durante 2004 en la cuenca neuquina y en 2005 ya tenía el 4 por ciento de los pozos exploratorios sin llegar siquiera al 1 por ciento de la producción. Mientras que Oxi ganó posiciones en el país al comprar Vintage y tiene áreas en Santa Cruz, Mendoza y Chubut.

Otro método para medir el riesgo que asume cada empresa es contabilizar la cantidad total de pozos que tienen (en desarrollo y exploración) y ver cuántos son exploratorios. En 2006, Repsol tenía 378 pozos y sólo 5 fueron exploratorios (1,3 por ciento); Pan American, 161 y 23 exploratorios (14,2); y Petrobras 110 y 7 (6,3 por ciento). En el caso de las firmas chicas, Apache tiene 65 pozos, de los cuales 3 están en estado de exploración (4,61 por ciento), Chañares tiene 10 y 1 (10 por ciento); y Petróleos Sudamericano-Necom, 8 y 1 (12,5 por ciento). El esfuerzo exploratorio del conjunto de las petroleras es bajo comparado con lo hecho en las décadas del ’80 y el ’90, pero las cifras evidencian que no todas se desempeñan igual.