La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) inició hoy un lock-out que se extenderá por 15 días, en rechazo a la intervención oficial en los mercados de la carne y los cereales. La entidad, que preside Pedro Apaolaza, ratificó ayer la medida de fuerza, que consistirá en no comercializar su producción. Carbap convoca en soledad al paro, pues Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro están terminando de cerrar un acuerdo con el Gobierno. Mientras que las otras doce entidades que interan CRA junto a Carbap decidieron no sumarse.

En su último comunicado, Carbap aseguró que la medida de fuerza propuesta “está motivada por la falta de políticas concretas para el sector ganadero”. Es por ello que entre las iniciativas que se solicitan, con el objeto de “regularizar y reactivar el sector ganadero y de la carne”, figura la “liberalización del precio de la hacienda en todos los mercados”.

También se reclama “la eliminación del peso mínimo de faena” y “suprimir progresivamente los cupos de exportación respetando los precios máximos al público de los doce cortes populares”.

Cartez, otra entidad “rebelde” que suele criticar con dureza al Gobierno, informó que no se suma al lock-out, porque “una medida debe contar con el consenso de todas las confederaciones y debe ser aprobada por el consejo directivo Confederaciones Rurales Argentinas”.