El Programa Estadístico Nacional que busca poner en marcha la nueva conducción del Indec sigue enfrentando obstáculos. El irresuelto conflicto gremial originado en los intentos de intervención en el manejo de los índices de precios atribuidos a la Secretaría de Comercio Interior continúa mellando la credibilidad del organismo. Ayer, si bien no hubo nuevos incidentes, seguían las repercusiones por el fuerte enfrentamiento del día anterior entre un sector de trabajadores del Indec y sus autoridades a las puertas del Instituto. En un comunicado, la conducción del organismo negó que esos hechos hubieran provocado personas lastimadas e internadas y ratificó la intención de seguir adelante con el programa que busca, señala, que “la sociedad argentina pueda disponer en el futuro cercano de indicadores más representativos”.

La decisión de las nuevas autoridades del Indec, Alejandro Barrios y Ana María Edwin, de mantener en su cargo a la directora del área Indices de Precios al Consumidor, Beatriz Paglieri, sigue dando argumentos al enfrentamiento entre la comisión gremial interna de ATE y la conducción del organismo. El miércoles, una manifestación de empleados impidió la entrada de dicha funcionaria al edificio y provocó algunos roces cuando arribaron Barrios y Edwin. Ahí se originó la versión de heridos o golpeados por el vehículo de alguno de los mencionados, que ayer el Indec desmintió.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, descalificó ayer la acción gremial de los trabajadores del Indec y calificó como “una locura” los hechos que protagonizaron. El comunicado oficial del Indec, por su parte, asegura que “mientras menos de 50 personas obstaculizaban la puerta de ingreso, la inmensa mayoría del Indec continuaba trabajando para tener indicadores más representativos”. Además, toma distancia de ATE al destacar que “la organización sindical UPCN-Indec manifestó públicamente su repudio a la forma de protesta convocada ‘juntamente con gente que nada tiene que ver con el Instituto’”.

El conflicto se dinamizó esta semana con el desplazamiento de una funcionaria que se desempeñaba en el área comandada por Paglieri, Gabriela Saroka. Esta última había sido citada como testigo en la investigación sobre presunta violación del secreto estadístico, causa que apunta a la actuación de Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, respecto del Indec y de la funcionaria nombrada por él en el organismo. Según Daniel Fazio, representante gremial del sector ATE-Indec, “están tratando de limpiar el área sacando a los compañeros conflictivos”. La conducción del Indec negó que exista intencionalidad política y Barrios terminó restituyendo a Saroka en su cargo.

En cambio, el director del Indec ratificó la decisión de desactivar el programa de monitoreo de precios que actuaba como una medición paralela, o de control, al índice de precios al consumidor. “Un programa redundante que duplicaba tareas innecesariamente (...) y que no existía antes de marzo de 2005”, aseguró, cuando fue creado bajo la gestión de Roberto Lavagna al frente de la cartera económica.

En medio de la tempestad, sin lograr despejar las causas que la originan, Barrios y Edwin tratan de avanzar en el programa estadístico ya aprobado por Felisa Miceli acelerando los tiempos para llenar los “vacíos de producción estadística”, según una definición oída cerca de la actual conducción. La obtención de una nueva canasta de consumo, con ponderaciones más acordes con la estructura de gastos actual y diferenciada para cada provincia, es una de las herramientas en la que la actual conducción deposita una cuota de confianza para recuperar la credibilidad perdida por el organismo.