Con un retraso de seis años y medio, las empresas telefónicas comenzarán a derivar el uno por ciento de su facturación a un fondo fiduciario que asegurará la provisión del servicio básico en las zonas menos rentables del país. Así quedó establecido en una resolución, la número 80, de la Secretaría de Comunicaciones, que reglamentó una obligación que estaba pendiente desde finales del año 2000. El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, calculó que, al no dictarse con retroactividad, “el Gobierno le condonó una deuda de 750 millones de pesos” a las telefónicas.

Uno de los puntos más sensibles de la desregulación del sector telefónico, que comenzó en noviembre de 2000, fue la creación de un fondo que se alimentaría con el uno por ciento de la facturación de las empresas y que tendría como objetivo asegurar la universalidad del servicio. La otra opción que tenían las compañías era realizar una inversión en forma directa. Esa parte del decreto nunca se reglamentó y la medida quedó en la nada. Hasta ayer.

La norma del año 2000 establecía la conformación de una comisión integrada por el ente regulador, las empresas y las organizaciones de usuarios y consumidores, que debía decidir los planes y las modalidades para llevar servicio a aquellas zonas o grupos de personas desatendidas por las empresas. La resolución publicada ahora en el Boletín Oficial, firmada por el secretario de Comunicaciones, Lisandro Salas, dice que se conformará un grupo que determinará el destino del dinero aportado mensualmente. Mondino calculó que serían unos 115 millones de pesos anuales.

Especialistas consultados por Página/12 dijeron que, a pesar del tiempo transcurrido desde la desregulación y el avance tecnológico, todavía quedan vastas regiones de la Argentina sin el servicio de telefonía básico. Zonas enteras de la Patagonia, del interior de la provincia de Buenos Aires, como algunas que bordean la ruta 29 o los más cercanos pueblos que se encuentran entre La Plata y Campana, son algunos a los que las líneas telefónicas nunca llegaron y donde ni siquiera tienen alcance los celulares. Esos ejemplos dejan afuera regiones más alejadas de los centros urbanos, como regiones del Chaco o de Formosa, adonde las telefónicas no atendieron. Mondino dijo que intentará activar la causa judicial presentada el año pasado, en la cual reclamaba por el incumplimiento, para que las empresas paguen en forma retroactiva.

¿Por qué el Gobierno puso en marcha el fondo fiduciario, tras seis años y medio de espera? En el mercado había varias especulaciones. Una de ellas mencionaba la posibilidad de un futuro ingreso de las telefónicas al negocio de la televisión, que hasta ahora permanece prohibido por el pliego privatizador de los años ’90. “Para lograrlo necesitan tener todo prolijo”, especuló una de las fuentes consultadas.