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El mercado de futuros del dólar inauguró sus operaciones con una buena noticia para el Gobierno: de acuerdo con los valores de cierre en el “Indol”, la expectativa de los financistas es que las tasas de interés bajarán en el corto plazo. El dólar para fin de este mes terminó en 3,70 pesos, muy cerca de los 3,65 del cierre de ayer en el mercado libre. Este salto de cinco centavos en 18 días de plazo representa una tasa implícita del 50 por ciento anual. Un mes atrás, el costo del dinero se ubicaba en el 125 por ciento anual.
En la city creen que la baja de la tasa de interés se reflejará hoy, cuando el Banco Central licite las Lebac. Serán 300 millones de pesos y otros 50 millones de dólares, a 14 días de plazo. En la última colocación, el BCRA pagó una tasa anual del 84 por ciento. Y financistas consultados por este diario dijeron que hoy caerá por debajo del 80 por ciento. Otro dato revelador de la tendencia declinante de las tasas lo dio la cotización del dólar para fines de setiembre. Ayer, el cierre fue a 3,82 pesos, lo que implica una tasa de interés mensual del 3,5 por ciento. La mitad de la lograda en la última licitación de Lebac.
En el flamante mercado de futuros, que opera en la Bolsa de Comercio, se negociaron 4,26 millones de pesos a través de 1150 contratos. El mínimo para operar es de 1000 dólares. La importancia de este mercado radica en que define la tasa de interés implícita en la economía. Y elimina el riesgo cambiario para quienes, por ejemplo, precisen concretar una inversión en la economía real. Si bien el mercado de futuros del dólar ya existía en el nivel internacional, su introducción en la Argentina permitirá el acceso de pequeños inversores.
El debut promisorio del “Indol” coincidió con la tranquilidad en el resto del mercado de cambios. En contraposición al dólar libre, que bajó un centavo, a 3,65 pesos, el dólar oficial subió dos centavos y finalizó a 3,51 pesos para la compra y 3,59 para la venta. El mayorista también se elevó –un centavo–: 3,60 y 3,62 pesos, compra y venta respectivamente. En este marco, el Banco Central reafirmó su estrategia de sostener el valor del dólar y, a cambio, ganar reservas. Ayer embolsó 30,3 millones de dólares, dada la escasa demanda de divisas por parte de empresas y bancos, y el saldo positivo en lo que va del mes trepa a 156 millones.
En lugar de apostar por el dólar, los grandes operadores están colocando su liquidez en activos financieros en pesos: los bancos ofrecen una tasa pasiva de entre 60 y 65 por ciento anual para los depósitos con dinero en efectivo y del 50 por ciento si el dinero proviene del corralito. Los financistas también se vuelcan al arbitraje entre distintos mercados de tasas, como el “Indol” y las cauciones de la Bolsa. En este contexto muy distinto al de hace unas semanas, la pregunta es por cuánto tiempo durará el veranito financiero.