Las negociaciones con el Fondo Monetario “nos tienen repodridos a todos”, expresó apelando a un lenguaje refinado y escogido el vicejefe de Gabinete, Eduardo Amadeo, refiriéndose de ese modo a las extensas y hasta ahora infructuosas tratativas en pos de un acuerdo con el FMI. Sorprendentemente, el propio Amadeo reflexionó al mismo tiempo que el entendimiento va a llegar si se actúa con paciencia e inteligencia, actitud que no se desprende del término que utilizó para retratar el estado de ánimo de los gobernantes argentinos. Amadeo acusó al Fondo de pedir “reformas brutales”, que el Gobierno no estaría dispuesto a implementar, y también de “correr el arco” a medida que avanzan las conversaciones, como para impedir que se arribe a un acuerdo. Sin embargo, acotó que los funcionarios del organismo vuelven a colocar el supuesto arco en su lugar “cuando se dan cuenta de que así no se puede jugar”.