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La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de-sembarcó en el Congreso. El diputado nacional Héctor Recalde (FpV) presentó ayer un proyecto para modificar la matriz neoliberal en los objetivos de la autoridad monetaria y adecuarlos al actual esquema de política económica. La iniciativa, que tiene como autora ideológica a la presidenta de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, amplía las metas del BCRA: además del control de la inflación, se suma el crecimiento económico y la creación de empleo. A diferencia de los lineamientos instalados en la convertibilidad, la propuesta explicita la necesidad de coordinación para la formulación de la política monetaria, crediticia, cambiaria y financiera entre el Banco Central y el Poder Ejecutivo.

“Constituyen misiones primarias del Banco Central de la República Argentina preservar el valor de la moneda, de un modo compatible con las políticas orientadas a sostener un alto nivel de actividad y el pleno empleo, en un contexto de expansión sostenible de la economía, y la de garantizar la estabilidad del sistema financiero”, propone el único artículo del proyecto de ley que ayer ingresó a la Cámara de Diputados.

La Carta Orgánica registró algunas modificaciones en 2002 y 2003 que permitieron a la entidad recuperar algunas de sus capacidades abandonadas durante los noventa. Entre ellas, se destaca la de intervenir en el mercado de divisas, la de preservar un tipo de cambio competitivo y la de acumular reservas. También la facultad, aunque limitada, para prestar al gobierno y la de financiar al sistema bancario. Sin embargo, los objetivos del BC no se adecuaron. Por eso el proyecto apunta a institucionalizar “con eficacia y claridad lo que, en los hechos, ha venido sucediendo de un modo imperfecto durante los últimos años”.

El texto del proyecto advierte que no se trata solamente de propuestas político-simbólicas, sino que “su adopción y coherente instrumentación serán de gran utilidad para vertebrar los diversos campos de la política económica y social en función de los objetivos más críticos: la creación de empleo y el abatimiento de la pobreza e indigencia”.

Además del apoyo legislativo de la bancada del Frente para la Victoria y de diputados aliados, la propuesta cuenta con el apoyo del consejo directivo de la CGT y de la presidenta del Central. Marcó del Pont había sido la impulsora del último intento para modificar la Carta Orgánica. Fue en 2007 cuando todavía era diputada, pero la iniciativa no prosperó, ante la oposición del entonces presidente de la autoridad monetaria, Martín Redrado. Consultada por Página/12, la funcionaria no ocultó su entusiasmo y confianza para lograr su tratamiento y aprobación en el Congreso. “El proyecto está mejorado y le vemos muy buenas perspectivas. A diferencia de 2007, la iniciativa está más madura”, sostuvo anteayer Marcó del Pont en el marco del segundo congreso de AEDA.