El precio en dólares del litro de nafta súper de YPF en la Capital Federal es el más elevado desde 2003. A la salida de la convertibilidad, el combustible de la petrolera costaba 64 centavos de dólar. El valor del litro se duplicó en nueve años y hoy asciende a 1,20 dólar, aunque en algunas estaciones de la ciudad se puede conseguir algo más barata, a 1,11 dólar. Los precios que ofrece YPF continúan por debajo del resto de las petroleras, como Shell, Petrobras o Esso, pero el aumento en sus naftas fue significativamente superior a cualquier medición de inflación. A la hora de comparar, también hay que tomar en cuenta que el dólar fue perdiendo lugar en su comparación con casi todas las monedas del mundo. Hacia fines de la década del ‘90 el valor de la nafta súper de YPF osciló entre 0,90-0,95 centavos de dólar. Hoy el precio local del combustible es el más bajo de la región, aunque las subas de los últimos años redujeron la brecha. Las alzas en el precio de YPF, que posee más del 50 por ciento del mercado de combustibles, estuvieron controladas por las secretarías de Comercio Interior y Energía.

Entre 2003 y 2006 el precio en dólares de la nafta súper de YPF se mantuvo estable y costó entre 0,62-0,65 centavos de dólar. En ese período, los aumentos de la petrolera estuvieron por debajo de los que aplicaron sus competidoras, que incluso llegaron a ser multadas por el Gobierno por realizar incrementos injustificados. Aunque no hubo una escalada de precios, a partir de 2005 el entonces flamante titular de Repsol, Antonio Brufau, comenzó a reclamar para subirlos.

Un elemento relevante para comprender la evolución del precio de los combustibles es la existencia de retenciones. La ley de Emergencia Económica de 2002 impuso retenciones a las exportaciones de hidrocarburos. El instrumento permitió separar el precio interno del crudo del internacional. El esquema fue modificado en 2004 por un sistema de retenciones móviles. Además, se reguló hasta 2005 el precio interno del petróleo que era refinado mediante una serie de convenios firmados por el Estado, las refinadoras y los productores. Las retenciones no sólo separaron el precio del petróleo argentino del internacional, sino que también incentivaron al reemplazo de exportaciones de petróleo crudo por subproductos gracias a la diferencia entre las alícuotas.

El precio de la nafta súper osciló entre 0,70 y 0,83 centavos de dólar durante 2007-2009. Las negociaciones con el Gobierno durante 2007 para revisar los aumentos de la compañía concluyeron en un compromiso para corregir subas desproporcionadas, pero los precios continuaron subiendo. Ese año se volvió a modificar el esquema de derechos de exportación y se creó un sistema donde las retenciones dejaron fija la remuneración al exportador en 42 dólares por barril, debiendo abonarse al fisco la diferencia entre este valor y el precio internacional. Así, al mercado interno, el precio de venta del petróleo entre empresas y refinerías se mantuvo en 42 dólares, a pesar de los aumentos del precio internacional que llegó hasta 140 dólares.

En 2010 el precio de la nafta llegó a superar los 0,90 centavos de dólar y en 2011 aumentó hasta 1,04 dólar. Este año, en medio de la reversión de 12 concesiones y las denuncias por sobreprecios, el valor del combustible que ofrece la petrolera llegó hasta 1,20 dólar, el más alto de los últimos nueve años.