ECONOMíA › DURO CHOQUE DE KIRCHNER CON KOEHLER EN SU PRIMERA CENA
“Ustedes son grandes responsables”
Por Martín Granovsky
Alain Touraine dijo una vez que, para ser escuchado en política, primero hay que gritar “¡Mierda!”. Néstor Kirchner pareció haber leído este consejo. “Usted seguramente no esperaba sentarse esta noche frente a este Presidente”, dijo al director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler . Hablaba de Carlos Menem. Fue uno de los tramos de la cena que un K. le ofreció al otro en la Quinta de Olivos, convertida así en escenario del primer encuentro entre ambos y, también, del primer apresto de los dos para comenzar una negociación que sin duda será larga, permanente y cruenta.
Las cenas con muchos invitados suelen ser ocasiones para conocerse y no para negociar. Kirchner y Köhler no se conocían personalmente. El economista alemán disponía de informes sobre el Presidente elaborados por el FMI, incluyendo las escasas referencias en la prensa internacional, y memos reconstruidos por el organismo gracias a los contactos ya mantenidos con Kirchner por George W. Bush y Colin Powell, este último durante una entrevista personal en Buenos Aires.
Funcionarios argentinos presentes en la cena dijeron que Kirchner no quiso dejar la comida en un nivel protocolar. El razonamiento es que, como en otros ámbitos, el tono del debut debía servir para marcar la intención oficial sobre el tono futuro de las discusiones.
Kirchner, según los presentes, estableció una suerte de mandato de cinco puntos:
- “No voy a hacer nada que traicione mis convicciones”.
- “No voy a firmar nada que no pueda cumplir”.
- “La base es la sustentabilidad interna de nuestro plan económico”.
- “No estoy dispuesto a dar saltos al vacío”.
- “La Argentina avanzará en torno de un modelo de desarrollo y crecimiento”.
Y también criticó al Fondo Monetario:
- “Ustedes son grandes responsables de lo que ocurrió en la Argentina”.
- “Ustedes lo pasearon a Menem por el mundo mostrándolo como un ejemplo”.
- “Menem fue exhibido como el alumno prodigio de un modelo económico que en la Argentina significó una enorme concentración económica y representó la mayor exclusión social de la historia, hasta terminar en el quiebre institucional del país”.
Fue en ese momento de la charla que Kirchner dijo a Köhler que no creía que esperase estar sentado con él en la mesa de la residencia presidencial.
El Presidente fue duro sin que hubiera una pelea previa, es decir que la dureza fue buscada, y luego suavizó el mensaje en términos de su destinatario personal.
–No quiero particularizar en usted, doctor Köhler –dijo–. No deseo que usted cargue con toda la responsabilidad.
–Bueno, pero debo hacerlo –respondió Köhler –. Yo era en esos años uno de los directores del Fondo, así que una cuota de responsabilidad me cabe.
Cuando terminaron con las posiciones generales al estilo Touraine, de hecho una presentación para seguir conversando, las diferencias continuaron.
Köhler dijo que era partidario de un acuerdo rápido con la Argentina.
Kirchner no se mostró entusiasmado. Afirmó que el país quiere una mezcla de quita y reprogramación de los pagos.
El director gerente del Fondo, según el relato de los argentinos a Página/12, reconoció que el Gobierno tenía serias dificultades inmediatas para tomar medidas como la ejecución de las hipotecas caídas, el aumento de tarifas y la promulgación de una nueva ley de coparticipación federal. A esa altura ya el ministro de Economía Roberto Lavagna le había explicadoque era irreal hablar de otra coparticipación antes de que el Congreso quedase renovado, a fin de año, y las organizaciones no gubernamentales habían cuestionado la insistencia en el aumento de tarifas sin revisar los contratos firmados entre el Estado y las empresas de servicios públicos privatizadas en los ‘90.
En cuanto a las hipotecas, Kirchner aprovechó para contar a Köhler el nuevo sistema que ayer mismo había anunciado el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, creando un Registro Unico de Deudores Hipotecarios para los deudores que tengan suspendidas las ejecuciones. En algunos casos los deudores recibirán subsidios. Según Fernández el Estado “busca crear un mecanismo que solucione el problema de los deudores hipotecarios con los bancos, de una manera que no afecte los derechos de los bancos ni los del fisco”.
Fernández (y señora), fue uno de los asistentes de la cena de anoche. También el canciller Rafael Bielsa (y señora) y el ministro Lavagna (y señora). Obviamente la senadora Cristina Fernández de Kirchner. Por los acreedores la lista incluyó junto a Köhler (y señora) al director del Hemisferio Occidental del FMI, Anoop Singh, y su número dos, John Dodsworth.