[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Un informe reservado que llegó ayer a manos de Néstor Kirchner será la clave del futuro del PAMI. El Presidente recibió de los representantes del Estado en esa obra social una reseña sobre el funcionamiento del instituto y en las próximas horas decidirá en soledad si es necesario poner en práctica la intervención, una facultad que le habilitó la última semana el Congreso de la Nación.
La procesión que ayer, alrededor de las 10 de la mañana, llegó a la Casa Rosada estuvo encabezada por el ministro de Salud, Ginés González García, y los dos delegados estatales en el PAMI, Juan González Gaviola y José Granero. Los tres mantuvieron con Kirchner una larga reunión, donde analizaron la situación de la obra social y después entregaron el cotizado “informe reservado”. Se trata, básicamente, de un compendio de irregularidades y también de sugerencias para avanzar con la reestructuración del instituto. Para preparar el dossier, González Gaviola tuvo a la vista carpetas de la Oficina Anticorrupción y de la Auditoría General de la Nación.
Kirchner escuchó atento, pero se mantuvo hermético sobre su decisión final. Ninguno de sus interlocutores es partidario de la intervención. En ese sentido, Ginés González llevó tranquilidad a la CGT, luego de que ésta accediera a reemplazar a sus cuestionados hombres en el PAMI.
Aun así, el tema sensibiliza por demás a los Gordos del sindicalismo, que ahora temen que la embestida ideada originalmente contra Luis Barrionuevo también termine arrastrándolos a ellos. Por eso, a pesar de la fuerte puja interna que atraviesan en estos momentos con el polémico senador, se han inclinado por un silencio de radio.
El único que se preocupó por hacer conocer su visión fue el removido Domingo Petrecca. El titular del gremio de trabajadores de Cementerios aseguró a este diario que hace 8 meses que no habla con Barrionuevo, minimizando una relación de la que no reniega su socio, también expulsado del PAMI, Reynaldo Hermoso.
En su defensa Petrecca, además, señaló en un escrito que el dictamen de la Oficina Anticorrupción, en el que figura como procesado en un cúmulo de causas, es “erróneo, falaz y arbitrario”.
Lejos de ahondar la polémica, en el texto donde se anunció la remoción de Petrecca y Hermoso, la CGT no hizo ni una pizca de autocrítica. Y en esto de “no hacer ruido” cuando de negocios se trata también se cuela lo afectivo: el titular de la central sindical, Rodolfo Daer, es muy amigo del jefe los trabajadores de cementerio.
La CGT tampoco tiene decidido con qué dos hombres reemplazará a Petrecca y Hermoso. Ya hegemonizaron el discurso que el lugar quedará reservado para dos “técnicos”, pero para tratar de preservar el bajo perfil que se propusieron, esos nombres recién se conocerían la próxima semana.
Al Gobierno no le gustó nada que la expulsión de los dos barrionuevistas del PAMI apareciera como resultado de un acercamiento con los “gordos” de la CGT, cuyas caras más visibles son, además de Daer, el mercantil Armando Cavalieri y el titular del gremio de Sanidad, Carlos West Ocampo.
Por eso aspira a mantener firme la daga de la intervención el mayor tiempo posible, de tal manera de “apichonar” al sindicalismo, si es que esto es –a la luz de la historia gremial– algo realmente posible. Por ahora, la estrategia ha rendido sus frutos: González Gaviola obtuvo facultades extraordinarias del resto de los directores y en cuestión de horas barrió con toda la línea gerencial, desde donde se decide el destino de los 2400 millones de pesos anuales del PAMI.