ECONOMíA › EMPRESARIOS Y BANQUEROS SE REUNIERON CON EL NUMERO UNO DEL FMI. DEFENSA DEL BANCO NACION
Cómo se dice en alemán el Nación no se privatiza
En las primeras 24 horas de su tour de 48 por Buenos Aires, Horst Köhler insistió por la prórroga de las ejecuciones hipotecarias de deudores morosos. Ese tema fue minimizado por banqueros, en especial por Felisa Miceli, presidenta del Nación, quien, a la vez, salió en defensa de la banca pública y en contra del ajuste permanente. Crítica de Köhler a los empresarios que fugan capitales.
Por Claudio Zlotnik
Durante la hora y cuarto que duró la reunión con empresarios y banqueros hizo una sola pregunta: “¿Qué opinan sobre la suspensión de las ejecuciones bancarias?”. Horst Köhler confirmó así que ese tema es uno de los principales puntos en la agenda del Fondo Monetario. Felisa Miceli, la única funcionaria presente en el encuentro, le salió rápidamente al cruce: la presidenta del Banco Nación aseguró que esa situación es “transitoria” y que el Gobierno está buscando una solución definitiva (ver nota aparte). Pero el momento de mayor tensión del encuentro fue cuando el propio Köhler vinculó al aumento de la pobreza con la decisión de algunos banqueros y empresarios de fugar sus capitales de la Argentina.
La definición del titular del FMI incomodó a sus interlocutores, una docena de dirigentes de empresas y bancos de primer nivel. Durante unos segundos se hizo silencio en el salón Martín Fierro del Hotel Sheraton. Köhler sólo mencionó que, mientras preparaba su viaje a la Argentina, “sus contactos” –a los que no identificó– le habían dicho que el agravamiento en los índices de pobreza tenía estrecha relación con la fuga de capitales. Y agregó que, en los países normales, los capitalistas suelen reinvertir sus ganancias. Que no fugaban divisas. Una obviedad desde el punto de vista técnico, pero una definición de potente corte político en la boca del principal directivo del Fondo, pronunciada en Buenos Aires, y durante una reunión íntima con los representantes de quienes protagonizaron semejante vaciamiento de riqueza en el país.
La reunión había empezado a las 16.15 y terminó a las 17.30, luego de un par de rondas de café. Desde el sector financiero estuvieron las cúpulas de las tres asociaciones bancarias: Mario Vicens, Juan Bruchou y Enrique Cristofani (ABA); Jorge Brito y Norberto Peruzzotti (Adeba); y Carlos Heller (Abappra). Entre los empresarios figuraron Paolo Rocca (Techint); Luis Pagani (AEA); el industrial Alberto Alvarez Gaiani (UIA) y Martín Blaquier (privatizadas).
En el inicio del encuentro, Köhler transmitió que, además de sus encuentros con Néstor Kirchner y con Roberto Lavagna, su intención era conversar con distintos sectores de la Argentina para interiorizarse sobre el nuevo escenario político, económico y social.
Varios empresarios y banqueros llevaron un apunte de lo que querían comentar ante el dirigente alemán. Fue en esa ocasión que ocurrió el otro momento fuerte del encuentro, cuando le tocó hablar a Felisa Miceli. La titular del Nación, de estrecha relación con el ministro Lavagna, pronunció un duro discurso frente a Köhler, defendió la operatoria de la entidad que preside y rechazó cualquier intento por privatizarla. “Si se insiste en aplicar políticas económicas ortodoxas, volveremos inexorablemente a repetir el fracaso”, advirtió Miceli frente al titular del Fondo Monetario. Y pidió quebrar el “círculo vicioso de ajustes fiscales y depresión económica aplicados en los últimos años”.
Miceli no escapó de algunas recomendaciones que hace el Fondo en sus clásicas recetas. Habló de equilibrio fiscal para favorecer el crecimiento económico. Pero mencionó la necesidad de una más justa distribución del ingreso. “Sólo con más demanda interna la Argentina podrá tener un programa sustentable en el largo plazo”, refrendó.
En su discurso de dos carillas, la funcionaria aseguró que el Nación “no pedirá prerrogativas de ningún tipo”. Pero que “estará atento a que no se lo discrimine. Queremos reglas generales e igualitarias para todos” los bancos del sistema financiero. La definición se contrapone con los deseos de Washington. En su receta de reformas estructurales, el Fondo suele incluir la privatización del Banco Nación. Una forma de quitar del medio a la entidad financiera más grande de la Argentina y posibilitar una expansión de los negocios de la banca privada.
A Köhler no le pasaron inadvertidas las definiciones de Miceli. Dijo que estaba a favor de “un Estado fuerte pero no pesado para que no sofoque ala actividad privada”, aunque evitó explayarse sobre el tema y dar más precisiones. Sólo manifestó que la obra pública ayudaría en el despegue de la economía, tal cual sucedió con su Alemania de la posguerra.
Sobre la pregunta inicial de Köhler sobre la suspensión de los remates bancarios, los financistas se mostraron comprensivos de la situación. Heller, uno de los banqueros que tomó el guante, minimizó la cuestión. Comentó que las entidades financieras no practicaban remates masivos aun cuando las normas se los permitían y que no era ése el tema más relevante para el sector. “Lo más importante son las compensaciones” que el Estado debería otorgarles a los bancos por la eliminación del CER y el pago de amparos, por una suma que, según Economía, ronda los 10.000 millones de pesos.