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“Nosotros estimamos que vamos a recaudar seis mil millones de pesos menos. Ese dinero va a ir a los contribuyentes. Entonces es imposible decir que después del anuncio se va a pagar más por Ganancias comparado con lo que se hubiera pagado antes de la medida, es un sinsentido”, se refirió el ministro de Economía, Axel Kicillof, a las repercusiones de la reglamentación de la reducción de la carga impositiva del Impuesto a las Ganancias. Además, el funcionario defendió el tributo por progresividad fiscal, criticó la actitud de algunos sindicalistas y volvió a negar que el Gobierno pretenda poner “un techo” a las negociaciones paritarias.

El Impuesto a las Ganancias afecta a sólo el 10 por ciento de los trabajadores, los tienen los salarios más altos. Ese porcentaje representa un universo de un millón de asalariados, de los cuales a 700 mil, que son los que ganaban en 2013 de 15 a 25 mil pesos por mes, se les reduce la carga de Ganancias en un 5 por ciento en relación con el salario de bolsillo. “Todos van a pagar menos, aunque el porcentaje exacto de reducción depende de lo que uno deduzca. Para un salario que era de 20 mil pesos en 2013, se paga un 30 por ciento menos de Impuesto a las Ganancias”, explicó Kicillof. El beneficio es retroactivo para 2015 y se devuelve en cinco cuotas.

El ministro se refirió a las advertencias de que este año se pagará más de Ganancias a pesar del anuncio. “Hay que ver cómo cierran las paritarias. Una persona que gana 20 mil este año consigue un 20, 25 o 30 por ciento de aumento y el año que viene lo mismo, y bueno, va a pagar más del impuesto, como de muchas otras cosas. Lo cierto es que el Estado deja de recaudar 6 mil millones de pesos y que ese dinero va a los contribuyentes”, indicó, y agregó que “es un impuesto progresivo que existe en todos los países del mundo”.

Frente a las versiones del “techo” a las paritarias, Kicillof enfatizó que “las paritarias son libres como siempre”. “Lo que yo veo es que hubo una enorme desaceleración en la inflación. Hasta la oposición dice que la inflación está diez puntos abajo en relación con el año pasado. Entonces, si los precios se desaceleraron, el componente de la discusión salarial que corresponde a la recomposición del poder adquisitivo también tiene que haberse reducido. Si los trabajadores cerraron por aproximadamente un 30 por ciento el año pasado, y este año los precios se han desacelerado, supongo que ese componente se reduce. Pero eso no tiene nada que ver con la imposición de un techo”, señaló.