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Las amenazas de embargo que pesan sobre el Tango 01 pueden transformarse en una anécdota menor si Néstor Kirchner acepta el ofrecimiento de Aerolíneas Argentinas. La compañía está reacondicionando un Jumbo 747 como eventual reemplazo del avión presidencial, añadiéndole paneles que permitirán armar en su interior un dormitorio y un despacho a la altura de un primer mandatario y su comitiva.
Es una iniciativa que ha tomado la compañía motu proprio, según aclara Antonio Mata, y a la que Kirchner aún no habría respondido. Para ello tendrá que hacer números, ya que la aeronave en pleno proceso de reestructuración tendrá un costo de entre 7 y 8 mil dólares la hora, tal como la tarifa de un servicio particular para vuelos ejecutivos que ya ofrece la empresa, con resultados no publicados.
Kirchner tendría un estímulo poderoso para aceptar este convite, si es que lo evaluara presupuestariamente ventajoso. Según asegura la conducción de la empresa privatizada, sus aviones no corren el riesgo de ser embargados en el exterior, a pesar de que el Estado nacional conserva una pequeña participación accionaria en ella. La realidad es que todo depende de cuán agresiva sea la política de cobros de los acreedores en default.