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Las empresas de servicios públicos privatizados aumentaron varios grados la presión sobre el Gobierno para conseguir un rápido aumento de tarifas. Roberto Lavagna recibió ayer en su despacho a ejecutivos de doce compañías eléctricas, telefónicas, gasíferas y de aguas, quienes expresaron de manera unánime que su situación es crítica y que necesitan una aceleración de los plazos previstos para la recomposición de tarifas. A la vez, protestaron por el proyecto de ley que impide el corte de servicio a los usuarios por falta de pago, iniciativa que ya obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados y aguarda la aprobación del Senado. El ministro de Economía los convocó para encarrilar las negociaciones, al ver que se abría un nuevo frente de conflicto.
El episodio que terminó de convencer a Lavagna de sentarse a dialogar con las privatizadas fue la durísima advertencia que lanzaron las distribuidoras eléctricas. A través de un comunicado, la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la Argentina (Adeeba) pidió al Gobierno una “urgente” readecuación de las tarifas y que se reconozca el impacto de la devaluación en sus costos, con el fin de evitar, según argumenta, el colapso del servicio eléctrico en el corto plazo.
“La falta de respuestas (del gobierno) y el no reconocimiento de los reales costos de abastecimiento ya provocó que en Santiago del Estero se contemplen cortes rotativos en 27 localidades. Esta situación puede trasladarse al resto de las provincias”, alertó la entidad. El tono amenazante se mantiene a lo largo del comunicado. Afirma que “se avecina una crisis de suministro eléctrico que perjudicará a los usuarios”, que “el stock de materiales no pudo ser repuesto y se corre el riesgo de que ante una contingencia importante en el sistema, el servicio demore mucho más tiempo en reponerse” y que “aparecerán serios problemas para restituir el servicio eléctrico en forma rápida como se venía haciendo hasta hoy”.
Directivos de Edenor, Edesur, Edelap, Transener, Camuzzi, Transportadora de Gas del Norte, Transportadora de Gas del Sur, GasBan, Metrogas, Telefónica, Telecom y Aguas Argentinas estuvieron con Lavagna ayer al mediodía. El presidente de Telecom, Juan Carlos Masjoan, indicó que las empresas de telecomunicaciones están “en un estado crítico”. Está previsto que hasta fines de junio se desarrollen las negociaciones por las nuevas condiciones de los contratos y las tarifas, pero las privatizadas exigieron que haya una definición antes de esa fecha. Y fueron terminantes en su rechazo al proyecto de ley que bloquea el corte de servicio a los usuarios morosos.